Conductor de Uber cargando viajeros en la parada de taxis del aeropuerto de Ibiza.

El aeropuerto de Ibiza cuenta con una zona reservada para la recogida y descarga de servicios a cargo de vehículos con licencias VTC como las asociadas a la plataforma Uber. Cabe recordar que el colectivo Élite Corsaris d´Eivissa denunció el pasado sábado que los conductores de la polémica empresa estaban recogiendo clientes en lugares no autorizados dentro del complejo aeroportuario de Es Codolar.

A través de las redes sociales, los taxistas difundieron varios vídeos con el objetivo de mostrar los supuestos incumplimientos de Uber. «Otros taxistas nos dicen que están viendo cada día cómo los conductores de la plataforma cargan y descargan clientes donde les da la gana. No queremos que se vayan acostumbrando y que este verano todo sea un espectáculo. Es una provocación», lamentaron en la asociación profesional.

Desde la plataforma aseguraron ayer a Periódico de Ibiza y Formentera que sus conductores «cumplen con la regulación vigente» y rechazaron hacer comentarios sobre su evolución en la isla tras su implantación, el pasado mes de noviembre.

En relación a las denuncias interpuestas en Ibiza por no respetar los conductores los 30 minutos de antelación en la contratación de un servicio, portavoces de la empresa recordaron también que el Supremo ha unificado doctrina asegurando que el tiempo mínimo de espera es inconstitucional por atentar contra la libertad de empresa y por ser una restricción injustificada, desproporcionada y discriminatoria, contraria además a los principios de buena regulación. Las empresas de VTCs llevarán a los tribunales cualquier intento de aplicación de la medida, según puntualizaron desde Uber.

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En Ibiza, Élite Corsaris recordó el sábado cómo desde el principio los conductores de la plataforma se estuvieron saltando la norma de contratación de los servicios con 30 minutos de antelación.

Desde el Consell d´Eivissa destacaron ayer que, a las denuncias interpuestas en diciembre a cuatro VTC asociadas a Uber por no respetar los 30 minutos, en enero fueron tramitadas otras dos por el mismo motivo.

La institución recordó que, en caso de plantearse sanciones, éstas pueden tener diversas consideraciones. En relación a las faltas leves, la multa iba a ascender a 400 euros, mientras que esta cantidad iba a ser de 1.000 euros si el infractor había cometido una falta muy grave como pueda ser la reiteración de una irregularidad. El Consell aclaró también que la multa no recae sobre Uber, sino sobre el propietario de la licencia VTC (Vehículo de Transporte con Conductor).

Nada más desembarcar la polémica plataforma en la isla de Ibiza, el pasado noviembre, Élite Corsaris d’Eivissa aseguró que iba a controlar «con mil ojos» que las operaciones de Uber se desarrollan cumpliendo toda la normativa.