Imagen de archivo de un operario, durante una limpieza. | Redacción Ibiza

El alcalde de Sant Antoni, Marcos Serra, no descartó ayer la apertura de un expediente a la UTE Portmany al detectar diversas deficiencias. En concreto, el primer edil recordó que hace un tiempo solicitaron una auditoría para determinar el estado de la maquinaria destinada al servicio de limpieza del municipio «y nos hemos encontrado con que había muchos vehículos sin funcionar y ahora estamos esperando a que la empresa presente sus alegaciones y actuaremos en consecuencia».

Más adelante, el Consistorio portmanyí realizará otra auditoría a la misma UTE centrándose en cuestiones como el personal. «No veíamos el pueblo como nos gustaría y sospechábamos que podía haber maquinaria que no se estuviera utilizando. Tras la auditoría, descubrimos que había vehículos y otros elementos que no eran usados por falta de mantenimiento o por averías».
En caso de llegar a abrir un expediente, la UTE será sancionada económicamente, según advirtió Serra.
«Si hablamos del trabajo de los barrenderos, el pueblo suele estar bastante limpio de papeles y otros restos, pero sí se ven muchas zonas con manchas que tardan en ser retiradas y también detectamos problemas en temas de jardinería», manifestó el alcalde.

Fue a finales de 2017 cuando el Ayuntamiento de Sant Antoni adjudicó a la UTE Portmany el contrato de limpieza del municipio por un periodo de diez años, más una prórroga de dos, por un importe cercano a los 48 millones de euros.
Ya en 2019 el Consistorio comunicó que había abierto un expediente a esta misma concesionaria al registrar diversas deficiencias. El alcalde explicó entonces que los contenedores disponían de un sensor de descarga de la basura para contabilizar las veces que se vacían, detectando unas 1.000 descargas menos en año y medio. En el expediente, se reflejó también cómo la UTE no limpiaba los contenedores adecuadamente o cómo no reparaban aquellos que se habían estropeado en el plazo fijado, entre otras cuestiones.

Cabe recordar que la UTE está liderada principalmente por FCC y se centra en la recogida de residuos sólidos urbanos y en los servicios conexos de limpieza viaria y mantenimiento de playas y espacios verdes.

Nada más adjudicarse la contrata, desde Sant Antoni explicaron que se iba a disponer de una plantilla de 42 empleados en invierno y de 84 en temporada alta, incluyendo taller y oficinas. En cuanto a los medios materiales, el total de la maquinaria de nueva adquisición era de 25 vehículos de limpieza viaria y 17 de recogida, además de 15 carritos de limpieza. La compañía también adquirió 672 contenedores de carga lateral adaptados para personas con discapacidad.
En este nuevo contrato, FCC Medio Ambiente aseguró que iba a apostar por la economía circular y la utilización de energía procedente de fuentes renovables. Así, se promovía la movilidad eléctrica con la adquisición de ocho vehículos auxiliares tipo Porter, cuatro vehículos de carga lateral con carrocería de accionamiento eléctrico y tres furgonetas de inspección totalmente eléctricas.