Usuarios de Cáritas Sant Antoni junto a tres voluntarios de la entidad. | IA

Hay actos solidarios que acercan la magia de los Reyes Magos a personas vulnerables que están viviendo una situación actual complicada. Iniciativas que llegan desde Oriente y convierten a voluntarios y cocineros en auténticos pajes reales capaces de transformar el oro, el incienso y la mirra en tres platos calientes encima de una mesa llena de solidaridad. Los comensales de esta cena especial de Reyes han sido varias personas sin hogar atendidas por Cáritas Sant Antoni. «Son los usuarios habituales del comedor social. Todos ellos ya se conocen, pero hemos querido que coincidan en una noche mágica», destacó Antonio Mohedas, director de la sede que la ONG tiene en Sant Antoni. En este sentido, explicó a Periódico de Ibiza y Formentera que la mayoría de estos comensales, al no disponer de una plaza en los albergues habilitados en la isla, duermen en la calle, en garajes públicos e incluso en obras abandonadas.

Labor social

Es por eso que desde la entidad realizan estos días una labor social que va más allá de los recursos disponibles. Nochebuena, Nochevieja y Reyes se convierten en días clave para unos voluntarios que intentan que los usuarios se olviden durante unas horas del mundo y vivan «en familia» la esencia de la Navidad. «Tenemos el día de la ropa interior roja. Durante esta jornada, entregamos diferentes regalos a las personas atendidas como camisetas térmicas o gorros polares», subrayó Antonio mientras resaltaba la importancia de la magia de los pequeños gestos de solidaridad en estas fechas. Una magia que antes de llegar hasta la sede de Cáritas en Sant Antoni se detuvo durante varias horas en la Taberna Cebo. A pocos metros de la ONG, los cocineros Fermín, Spike e Iván fueron los encargados de elaborar estos menús solidarios de Reyes para los cerca de 20 comensales que este sábado han vivido una noche llena de «nostalgia».

«La Navidad se convierte en una ocasión propicia para promover la solidaridad. Es el momento perfecto para transmitir la importancia de ayudar a los demás», explicó agradecido el chef Fermín Galán por poder participar en una iniciativa que, además de permitirle hacer lo que más le gusta, le brinda la oportunidad de hacer un poco más felices a los usuarios de Cáritas Sant Antoni. En este sentido, indicó que tuvieron en cuenta las costumbres y la cultura de los comensales a la hora de elaborar el menú: «No sabíamos si había gente musulmana en la cena. Por eso no hemos añadido ningún alimento que proceda del cerdo».

Menú especial

Lo que sí se incluyó en esta carta tan especial fue el bogavante, un ingrediente que la mayoría de las personas reunidas ayer nunca había probado. En definitiva, un menú solidario que consistió en un primer plato que contenía un bogavante con huevos y patatas, un segundo plato de ternera con salsa española y un postre casero y local para rematar esta cena de Reyes tan especial: una greixonera con barquillos de turrón. «También disfrutarán de los típicos polvorones navideños», apuntaron desde este local de Sant Antoni.

Cabe recordar que la Taberna Cebo lleva años ofreciendo comidas solidarias navideñas a los usuarios de Cáritas. No obstante, en temporadas anteriores se elaboraban para las fiestas de Nochebuena y Navidad: «Cuando empezó a organizar el Consell d’Eivissa estas comidas, dejamos de hacerlo y luego vino la pandemia. Las hemos recuperado, pero esta vez para la noche de Reyes», señalaron. En esta misma línea, Antonio Mohedas explicó que, al coincidir ambas iniciativas en Navidad, se mantuvo la «cena especial» del Consell dedicada a todos los usuarios de Cáritas de la isla, sin embargo, Antonio señaló que este año no se llegó a celebrar. «En lugar de esta iniciativa repartieron un cheque solidario para las personas atendidas por la ONG», informó el director de Cáritas Sant Antoni. También quiso agradecer los gestos de apoyo frecuentes por parte de la Taberna Cebo y el grupo O Beach: «Nos gusta mucho que participen las empresas. Hay varios restaurantes en la localidad que elaboran caldos de puchero, albóndigas y otros guisos para nuestros usuarios. Aunque sean cuatro días al mes, estamos muy agradecidos».

El apunte
Vanessa Hernández

Dormir en casas abandonadas por la falta de plazas en los albergues de Ibiza

Vanessa Hernández

Los propios comensales también se mostraron muy agradecidos por este acto solidario, ya que estos usuarios de Cáritas hace tiempo que dejaron de pedir regalos en sus cartas a los Reyes Magos y comenzaron a soñar con un hogar y comida caliente en su mesa. Poco a poco estas personas sin hogar fueron llegando a una sede que lucía varios motivos navideños que adornaban la sala gracias a los voluntarios Teresa, Mari Mar e Isidro, quienes llegaron horas antes para organizar la noche especial en Cáritas. La mesa tenía un mantel rojo a juego con las servilletas y las cortinas, y un pequeño belén con luces brillaba en uno de los pequeños estantes. Los invitados fueron sentándose a lo largo de la mesa navideña. Entre ellos, estaban los usuarios Driss y Mohamed, ambos de Marruecos. Con una amplia sonrisa, los dos hombres se mostraron muy complacidos con poder celebrar en compañía estas fiestas navideñas. “Siempre nos están ayudando y nos dan comida caliente. Nos respetan siempre que venimos”, señaló Mohamed a este medio minutos antes de cenar.

Este usuario, que forma parte de Cáritas desde hace cuatro meses, tiene que vivir en un coche por la falta de plazas disponibles en los albergues de Ibiza. Lo mismo le sucede a Driss, quien se ha visto obligado a dormir en una casa abandona por esta misma situación: “Hace un año que vivo en la isla. Estoy en lista de espera para poder acceder a una de estas plazas”. Al preguntarle por las condiciones ambientales adversas en invierno, este hombre explicó que, aunque hace mucho frío, dispone de varias mantas para taparse por las noches. “Todavía me siento afortunado porque podemos venir a la sede a ducharnos, a lavarnos la ropa y a comer platos calientes”, subrayó haciendo hincapié en que actualmente está recibiendo orientación laboral para mejorar sus competencias profesionales y lograr un empleo.

Por su parte, Mohamed ha realizado a través de Cáritas un curso de construcción de 20 horas que, según este usuario, costaba 200 euros. “Estoy tan agradecido”, apuntó. En este sentido, explicó que desde que llegó a Ibiza procedente de Canarias ha vivido una auténtica odisea, ya que él trabajaba en una empresa constructora que le recomendó su traslado a la isla. “Vine con alojamiento, pero al poco tiempo nos empezaron a esclavizar y a reducir el salario. Así que me puse a buscar otro trabajo hasta que servicios sociales me derivó a Cáritas”, añadió Mohamed junto al resto de comensales de esta cena especial. Todos ellos se miraban con complicidad, olvidándose por un momento de sus problemas actuales y centrándose únicamente en su mágica noche de Reyes.