Según explicaron a Periódico de Ibiza y Formentera, la comunidad educativa de este centro lleva demasiado tiempo reclamando varias intervenciones y «esperamos que, por lo menos, nos den una fecha para iniciar los trabajos de reparación y solventar, sobre todo, el tema de las ventanas».
La asociación de madres y padres afirmó que las obras deberían haberse iniciado el pasado verano, aunque distintos problemas han retrasado el proyecto. Uno de los principales es la falta de personal en el Ibisec.
También consideraron que, cuando quieren, los políticos encuentran la forma de impulsar por la vía de urgencia determinadas actuaciones. Por ello, exigieron ayer que los máximos responsables «eviten perder el tiempo»en trámites burocráticos y «dejen de pasarse la pelota».
«Lo que no es de recibo es que sean los padres los que estén luchando por algo que debería haber estado bien desde el principio», apostillaron también.
Recientemente, los docentes del centro también consideraron «incomprensible» la situación de las infraestructuras del colegio, puesto que «hace dos cursos, y como consecuencia de la caída de varias ventanas correderas, se nos indicó que se cambiará toda la carpintería de aluminio. Todavía no se ha cambiado ni una ventana», criticaron.
El pasado junio, a punto de finalizar la anterior legislatura, desde el CEIP reconocieron que las mejoras iban a hacerse esperar puesto que técnicos del Ibisec habían estado de baja y el cambio de gobierno tampoco iba a contribuir a agilizar las obras que todavía no habían sido licitadas.
Justo hace un año, y tras la preocupación suscitada entre los padres y docentes por el mal estado de los ventanales, representantes del Ayuntamiento de Sant Josep y de Educación se reunieron con la dirección y la Amipa de Can Raspalls para explicar qué pasos iban a darse para reparar estas estructuras. Según se aseguró entonces, ya se estaba trabajando en el proyecto de renovación, que incluso iba a llevarse a cabo por la vía urgente. Días antes, decenas de alumnos habían acudido al centro con cascos como protesta para denunciar la falta de seguridad.
El Ayuntamiento sí realizó una intervención de urgencia para que los ventanales no pudieran salirse de las guías y caer sobre los alumnos o profesores.
Cabe recordar que antes de esta urgente reparación por parte de Sant Josep, algún espacio tuvo que ser cerrado ante el temor de que los grandes ventanales cayeran sobre los niños, tal como había sucedido tiempo atrás.
El CEIP Can Raspalls fue inaugurado en noviembre de 2011 con seis unidades de Infantil y 12 de Primaria, comedor y cocina. Este centro comenzó a funcionar con 50 alumnos distribuidos en dos grupos de tres años. La obra supuso una inversión del Govern balear de 3,5 millones de euros.
2 comentarios
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Esto demuestra lo impresentable que son los politicos
Nada dice más sobre los ruinosos barrios marginales del tercer mundo que los graffitis pintados en las paredes de una escuela. ¡Excelente manera de criar hijos! Deberían aprender a eliminarlo y mantener hermoso su entorno.