La edad media de la primera relación sexual es a los 14 años, si bien hay menores que se inician a los 12 años.

La directora del Centro de Estudios de Conductas Adictivas (Cepca), Belén Alvite, estuvo presente durante la presentación del resultado del Estudio Sobre Pornografía en Baleares: acceso e impacto sobre la adolescencia. Al terminar no se mostró sorprendida por las cifras aportadas, pero sí preocupada por esta realidad social que ha convertido a la pornografía en uno de los focos principales entre los adolescentes.

En este sentido, Belén Alvite explicó a Periódico de Ibiza y Formentera que son las familias las que tiene el «poder» de cambiar la situación. «Ellos son los que deciden qué poner en las manos de estos jóvenes», apuntó la directora del Cepca mientras explicaba que son los padres los que «abren a sus hijos una ventana al conocimiento y al mundo». «Es importante hacer un trabajo de acompañamiento y de supervisión», manifestó Alvite e indicó que, desde el Cepca, como entidad que está en primera línea en dicha problemática van por delante de estos datos porque «lo vemos venir antes que los demás».
En esta misma línea lamentó lo sucedido en Almendralejo por la difusión de los falsos desnudos de las menores que elaboraron con aplicaciones de inteligencia artificial, pero reconoció que no les sorprendió en absoluto, puesto que llevan tiempo denunciando el impacto de la pornografía en la sexualidad.

«Muchos menores nos cuentan que sus primeras relaciones sexuales están siendo horrorosas, incluso hay chicas que dicen que han sido escupidas durante el acto», lamentó Alvite haciendo hincapié en que la edad media de la primera relación sexual con penetración es de 14 años. No obstante, subrayó, hay menores más precoces que inician su andadura sexual a los 12 años frente a los más tardíos, que suelen estar en los 17 años. «Sólo el 8 % de los adolescentes se inician en Bachillerato», indicó la directora del Cepca.


Estatus social

Esta circunstancia le preocupa exponencialmente porque, según Alvite, parece que perder la virginidad sea para ellos un indicador de «estatus social» que todavía no tienes si eres virgen. Esto provoca, lamentó, que muchos de estos jóvenes decidan mantener su primera relación sexual con penetración con cualquiera, «sólo por el hecho de perderla». Incluso, según la directora del Cepca, aprovechan las fiestas para mantener relaciones.

Respecto al papel esencial de los centros educativos, Alvite explicó que desde la dirección les reclaman mucho trabajo de intervención en el problema de la pornografía. En este sentido, explicó que la labor en los centros educativos es muy importante, pero también lo es el trabajo desarrollado por las instituciones y las administraciones. «La ley tendría que proteger a los jóvenes. Hay buscadores tan accesibles y rápidos a la hora de navegar por Internet que tendríamos que plantearnos qué hay detrás de tanta inversión en pornografía», apuntó esta mujer afirmando que existen muchos indicadores que revelan que detrás de este mundo está la industria de la prostitución.

Sin ir más lejos, adelantó también que varias mujeres en situación de prostitución de la isla le comunicaron que cada vez son más jóvenes los que demandan esta práctica. Explicó que este mundo se nutre de la pornografía porque con la prostitución estos varones pueden realizar prácticas sexuales que no realizan con sus parejas, incluso resaltó que hay chicas jóvenes que no quieren acercarse al sexo porque se creen que es «violento». «Los jóvenes se creen que el porno es sexualidad, pero no lo es. En personas con una educación afectivo-sexual mínima o nula, los efectos son peores», puntualizó.