En el Hotel Mongibello encontrarás toda la esencia y el confort de la Dolce Vita ibicenca. Está situado en Santa Eulària des Riu, frente al mar y con acceso directo a la playa es Caló de s'Alga. Un escenario incomparable para pasar las vacaciones o, si resides en la isla, disfrutar de un día inolvidable en sus instalaciones.
Mongibello rescata la quintaesencia del ‘Dolce Far Niente', el arte de no hacer nada, o lo que es lo mismo, el arte del disfrute.
La elegancia del hotel está presente en todos los detalles, también en los dos restaurantes que alberga, abiertos no solo a los clientes del hotel, también a toda la gente de la isla.
Uno de ellos, la Terrazza, ideado por el equipo de Dante NYC, está abierto para cenas, todos los días de 20:30h a 22:30h, y ofrece un menú de inspiración italiana y mediterránea, en el que predomina la estacionalidad y los ingredientes de origen local. El restaurante está inspirado en la generosidad natural de Ibiza y la elevada sencillez del estilo de vida mediterráneo.
La Terrazza sirve un menú ligero, sano y refrescante de pescados y mariscos recién pescados, pastas de temporada y otras opciones saludables. Puedes empezar con un carpaccio di manzo (ternera, parmesano, limón, alcaparras), una ensalada de pulpo, ostras, tartar de salmón o un riquísimo pulpo ‘alla grilla'. Después, si te apetece pasta, hay opciones para todos los gustos, pero destacan especialmente los spaghetti alla chitarra (con langosta, tomate amarillo y estragón), el risotto con gambas y flores de calabacín, y uno de sus platos estrella: la pasta con almejas, calamares, vieiras y mejillones.
Otras de sus especialidades son el filete de dorada con salsa al vino blanco, tomates cherry, alcaparras y perejil; entrecot a la plancha con rúcula, parmesano y vinagre balsámico; o las chuletas de cordero lechal con hierbas y salsa verde. También tienen opciones vegetarianas.
Para finalizar, no te olvides dejar hueco para uno de sus postres, ¡te encantarán! El tiramisú es el rey de la carta, aunque lo ideal es compartir y dejarse seducir también por su tarta de chocolate, ‘torta della nonna' (masa quebrada, crema de vainilla y piñones) y ‘zabaglione e pesche' (crema de huevos, melocotón blanco y prosecco).
Después, relájate en el Bar Aperitivo con uno de sus cócteles exclusivos preparados con ingredientes de pequeños productores locales, frescos y con todo el sabor del mediterráneo. Si te apetece picar algo más ligero, es el lugar ideal, porque además de los cócteles encontrarás propuestas saludables, como bocadillos, tagliatas, sándwiches, pizzas, brochetas y ensaladas que podrás saborear con vistas a la piscina del hotel y al mar.
Y si decides alojarte, todas las suites tienen vista al mar. Algunas de las habitaciones dobles tienen vistas laterales al mar y montaña y todas, sin excepción, disponen de balcón con mobiliario exterior. En Mongibello quieren que disfrutes de la dolce vita, rodeado de un entorno tranquilo y diseñado para adultos.