Los familiares a la salida de la reunión.

Nada parece haber cambiado en el día a día de los residentes en la residencia para mayores Colisée. Así al menos se desprende de las declaraciones de los familiares que este miércoles se han reunido con el responsable de las instalaciones. Un encuentro en el que les han comunicado que la empresa ha contratado a personal cualificado como un médico, una terapeuta ocupacional y una psicóloga. Sin embargo, la falta de trabajadores está causando graves problemas a los ancianos, según han denunciado los familiares tras la reunión.

La portavoz del grupo, Carmen Ortiz, ha explicado que esta falta de personal está provocando, por ejemplo, que los pasillos estén «descontrolados» durante la noche. Esto tiene como consecuencia, siempre según su versión, que algunos residentes con capacidades cognitivas disminuidas «entren en habitaciones que no son las suyas». Incluso, ha añadido, «la semana pasada una de estas residentes agredió a otra y no había nadie para controlar la situación».

Faltan auxiliares

No quedan ahí los problemas. Según Ortiz, al no haber suficientes auxiliares en el día a día de los ancianos, estos tienen dificultades para cosas tan básicas como es su aseo personal. Tanto es así que, ha explicado, «la semana pasada les dijeron a los residentes no dependientes que no podían ducharse». Y es que «no había nadie ni para ayudarles ni para vigilarles». Y a todo esto se suman otras situaciones ya denunciadas en el pasado como medicaciones mal administradas, residentes que no salen de sus habitaciones por la falta de actividades o que permanecen en sus camas durante más horas de las convenientes.

Esta residencia privada cuenta con 115 plazas, de las que unas 85 son públicas. La gestión es privada pero, ha subrayado Carmen Ortiz, «tiene que estar muy supervisada por las instituciones» dado que la gran mayoría de los usuarios corresponden a plazas públicas. «Deberían tener en esta residencia los mismos servicios y cuidados que tienen, por ejemplo, en la residencia de cas Serres, pero no es así», ha lamentado la portavoz de las familias, «esto es una jaula de oro en la que las instalaciones están muy bien pero los servicios dejan mucho que desear».

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Ortiz ha recordado que la residencia cuenta con un gimnasio de fisioterapia «que no se usa desde hace tiempo». Y lo mismo sucede, según su denuncia, «con las piscinas». «Te ofrecen muchos servicios», ha denunciado, «pero luego no existen». En el caso de los residentes privados, ha añadido, «esto sería un incumplimiento del contrato con los usuarios, que están ahí por unas prestaciones que no están recibiendo».

Sobre la posibilidad de denunciar esta situación ante la Justicia, Carmen Ortiz ha explicado que, de momento, es una alternativa que las familias han descartado. Básicamente porque consideran que sus familiares «no tienen tiempo» para esperar a que los tribunales resuelvan la situación. «Pueden pasar años hasta que haya una solución judicial», ha afirmado, «y nosotros queremos que esto se solucione ya, que nuestros familiares no pierdan sus derechos humanos. Son una parte de la sociedad que parece que no interesa porque ya no son productivos pero tenemos que tener claro que todos vamos a terminar ahí».

Carmen Ortiz también ha recordado que los familiares están pendientes aún de las gestiones tanto del Govern como del Consell d’Eivissa. La institución insular tiene la competencia en la inspección mientras que el Govern es el responsable de las plazas públicas conveniadas con Colisée. «Sin personal suficiente, no se puede hacer nada», ha insistido, «el director siempre nos dice que tienen intención de mejorar, pero no se hace. Y el Consell nos pide que esperemos a los nuevos nombramientos en el Govern. Nosotros estamos ya cansados de tener que esperar o de tener más paciencia». De todos modos, creemos que ahora, al ser todos del mismo color político, se podrán poner de acuerdo y remar en la misma dirección».

Inspecciones y expediente

Fuentes del Consell d’Eivissa, por su parte, han explicado que el departamento de Asuntos Sociales, dirigido por Carolina Escandell, «sigue tramitando el expediente sancionador de las inspecciones que se instruyeron a principios de año». «Seguimos haciendo inspecciones», han añadido, «de hecho, la semana pasada se hizo una». Sin embargo, también han indicado que, de momento, no tienen constancia de las denuncias formuladas este miércoles por las familias.