Vicente Roig ha sido proclamado este sábado a las 13,30 horas alcalde de Sant Josep. Un reto que afrontará con su partido en minoría, tras no haber alcanzado ningún acuerdo de gobierno con Vox, formación que ya ha anunciado que no le va a poner las cosas fáciles. Y es que en el momento de votar la única candidatura presentada para ostentar la Alcaldía, la del Partido Popular, saltó la sorpresa cuando la concejal de Vox Araceli Colomar votó en contra del candidato, al igual que el representante de Ara Eivissa, Josep Antoni Prats. «En un principio el acuerdo del grupo municipal era la abstención», explicó Colomar, que decidió cambiar a última hora el sentido de su voto, y no así el de su compañera de grupo, porque «vamos a hacer valer los 730 votos que nos han consolidado como grupo municipal en Sant Josep».

«Hay líneas rojas que nos ha marcado el PP que no podemos apoyar», insistió. Unas líneas rojas que provocaron que desde Vox hayan anunciado ya que no van a aceptar pactos puntuales, incluidas las negociaciones para los presupuestos municipales. «O se les da a nuestros votantes el respeto que se merecen y entramos a formar parte del Gobierno o no creo que puedan existir pactos puntuales para presupuestos. Tendrán que terminar pactando con la izquierda», concluyó.

El ya alcalde de Sant Josep quiso quitar hierro a estas declaraciones de Vox y aseguró que «en cada momento iremos, hablaremos y buscaremos porque creo que el mensaje que nos han enviado los josepins justamente es este: nos tenemos que sentar con todos, tenemos que hacer las cosas con consenso y así lo haremos». Otro aspecto peculiar de la toma de posesión de Roig como alcalde de Sant Josep fue el hecho de que no recibiera el bastón de mando de la mano de su antecesor en el cargo, el socialista Ángel Luis Guerrero, quien tomó la decisión de no acudir a recoger su acta de concejal tras haber sido detenido en el marco de la operación policial ´Magister dixit'. En su lugar, fue el miembro más veterano de la mesa de edad, el concejal Juan Cardona Tur, quien le hizo entrega de este símbolo de poder local.

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En su discurso de investidura, Roig quiso dejar muy claro que su gobierno «será un gobierno para todos, sin distinción» y que «siempre será cercano con todos y sensible a vuestras preocupaciones y razonamientos». Un gobierno que se caracterizará por la «accesibilidad», por lo que, como primera medida, «cada núcleo urbano tendrá su propio regidor de referencia». «Es nuestra forma de asegurarnos que os daremos nuestro apoyo incondicional durante toda la legislatura», recalcó el alcalde.

En su discurso, que transitaba del catalán al castellano, Vicente Roig manifestó que la «pauta clara» de esta legislatura que comienza es «el rechazo de cualquier acción que no pueda vincularse a dos palabras: transparencia y honestidad», puntualizó.

Otra de las claves será «conseguir una solución, de una vez por todas, a la problemática de los Don Pepe. Tenemos que conseguir dar humanidad, racionalidad y claridad a todo este mal sueño que viven los vecinos, tenemos que aclarar todo este proceso y estar al lado de los vecinos para juntos poner punto y final a esta emergencia». En este sentido, indicó que si la solución actual es la que quieren los vecinos «es lo que tiene que ir adelante. Pero lo que tiene que quedar claro es que la solución tiene que venir de la mano de los vecinos afectados, de la gente que está sufriendo este mal sueño». Lo primordial es «analizar en qué punto estamos exactamente, cuáles son las variables y las opciones que tenemos sobre la mesa y, en base a eso, empezar a actuar», reconoció el primer edil josepí.