El punto de recarga de Caló de s'Oli. | Daniel Espinosa

Vecinos de las zonas de Cala de Bou y Port des Torrent explicaron ayer que, a día de hoy, tan sólo hay activo un punto para realizar recargas de coches eléctricos. Según precisaron, en un principio tan sólo existía uno de estos postes de recarga, que estaba ubicado al final del barrio, junto a uno de los accesos a la playa de Port des Torrent, «lejos de todo núcleo de viviendas», lo que calificaron como «una ubicación absurda». Además, dicho punto cuenta con una velocidad de carga «pésima», ya que el vehículo «puede estar cargando alrededor de cinco horas y media, teniendo suerte si no conectan otro vehículo, lo que hace todavía más lenta la carga».

Posteriormente se habilitó un nuevo punto de carga junto al auditorio de Caló de s’Oli «que tenía una buena situación en pleno barrio y una velocidad de carga bastante aceptable» de aproximadamente tres horas y media.

Dos meses

Sin embargo, según denunciaron fuentes vecinales, este punto se encuentra fuera de servicio desde hace dos meses, lo que ha sido puesto en conocimiento del Ayuntamiento sin obtener ninguna respuesta al respecto.

El punto de recarga de la avenida Sant Agustí, al lado del Suma, que no funciona. 

Foto: Daniel Espinosa.

Recordaron, a su vez, que hace unos meses se instaló un nuevo poste de carga en la Avenida de Sant Agustí, cerca de la confluencia con la calle Madrid «pero este último ni siquiera ha estado operativo; ha estado durante todo este tiempo cubierto por un plástico y ahora que se están realizando obras de mejora del asfalto en dicha avenida han levantado todo el suelo y las marcas viales que delimitaban la zona de carga para los vehículos eléctricos». «En resumen, después de todo este tiempo en Cala de Bou, el barrio con más población de Sant Jossep, en cuestión de vehículo eléctrico seguimos estancados, con un solo poste de recarga para toda la zona de Cala de Bou y Port des Torrent. Han fomentado la compra de este tipo de vehículos desde todas las administraciones, pero no facilitan la recarga de los mismos ya que no todos los propietarios disponemos de un lugar para poder cargarlos».

Incentivar el cambio

Desde el Ayuntamiento de Sant Josep recordaron que, partiendo de la base de que «no existe una obligación para el Consistorio de disponer de estos puntos de recarga», se está invirtiendo en este tipo de instalaciones «para incentivar el cambio a una movilidad más sostenible».

En este sentido, reconocieron que el cargador de Caló de s’Oli se encuentra actualmente averiado, pero insistieron en que «trabajamos en su reparación para que vuelva a estar disponible cuanto antes. Mientras no se repare, sólo disponemos de un punto de recarga». También recalcaron que «está listo para entrar en servicio el instalado junto al SUMA», que sólo está pendiente de que la empresa eléctrica instale el contador. «En esta misma situación se encuentran otros 11 tótems de recarga repartidos por el municipio, cada uno de ellos de doble carga», según subrayaron desde el Consistorio, que adelantó también que «está previsto a lo largo del año implantar otros 20 puntos más de recarga, con lo que ésta prácticamente duplicará su capacidad».

Pero además de todo esto, «los usuarios de vehículos eléctricos o enchufables disponen de electrolineras y otros puntos de recarga privados de los que también pueden hacer uso aunque ello les suponga un coste para repostar (como ocurre al resto de conductores, por otra parte), no sólo está la red gratuita de recarga. Pero incluso teniendo que abonar algún importe, el vehículo de bajas emisiones sigue siendo una buena opción para los desplazamientos y para el planeta», concluyeron desde el Ayuntamiento josepí.