La mítica cafetería Milán de Ibiza cierra sus puertas este sábado

La vida laboral de Vicente Losa ha estado ligada durante casi cinco décadas a la Milán, donde empezó a trabajar en 1975. Desde el año 2010, cuando se jubilaron los antiguos responsables, gestiona este conocido local en el que trabaja también un camarero.

En una entrevista concedida a Periódico de Ibiza y Formentera el pasado mes de marzo, Losa aseguraba estar valorando su jubilación, aunque entonces no lo tenía nada claro. Meses después, Losa confirmó que ha tomado una decisión y avanzó que, entre sus planes de futuro, está el de viajar «porque llevo 14 años sin salir de la isla».

Sobre la reacción de sus fieles clientes tras conocer la noticia, aseguró que unos se lo han tomado mejor que otros, «aunque, cuando hay cambios, es lo que pasa».

«Casi siempre tenemos la misma clientela. En verano, puede ser que entre alguien no conocido, pero trabajamos con la gente de toda la vida. Siempre ha sido un sitio de gente de aquí», insistió.
Para este próximo sábado, último día de la Cafetería Milán, Vicente Losa no tiene previsto organizar nada especial. «Es posible que sienta un poco de pena, aunque habrá que buscarse algún hobby. Espero que el día no sea muy largo», insistió también.

Para el empresario, la época más preocupante en estas casi cinco décadas de historia fue la del coronavirus puesto que las severas restricciones impuestas al sector le obligaron a tener cerrada la cafetería durante meses al no contar con una terraza. Sobre el incremento del coste de los suministros, Losa ha explicado este martes que, como ya tenía la idea de la jubilación, no ha subido precios.

Los nostálgicos de Ibiza tienen aún algunos días para acercarse a la Milán a degustar un último café en este espacio emblemático de Ibiza.

Según explicó Vicente Losa, la cafetería hubiera cumplido 50 años de historia el próximo 8 de agosto.
El pasado marzo, el empresario destacó que la decoración «es exactamente la misma que el día que se abrió», salvo por algunos cambios inevitables en la tapicería de las sillas o de la barra.

También relató cómo la Milán llegó a ser un local de moda en la década de los 70, cuando la Vía Púnica estaba considerada una de las calles más concurridas y comerciales de la ciudad. De hecho, fue uno de los primeros locales en la isla en contar con aire acondicionado.

Este empresario explicó además que terminó el colegio en 1973 y empezó a trabajar en un hotel, donde estuvo 18 meses. Dos años después, se incorporó a la Milán y compaginó durante más de diez temporadas su trabajo en la cafetería con un puesto como maletero a media jornada en el aeropuerto de Ibiza.