Material, juguetes, ropa y calzado para que nunca falte una sonrisa en Marruecos

Según ha explicado esta mañana la propia Ribas a Periódico de Ibiza y Formentera, la iniciativa tiene como lema Que nunca falten sonrisas y ha podido ser posible gracias a la colaboración que ha decidido prestar desde el primer momento la delegación de DHL en la isla de Ibiza para gestionar el envío del material. Además, una vez en el país, todo será repartido por la Asociación TAOUS-Asot que trabaja sobre el terreno y con la que la peluquera ibicenca pasó un tiempo como voluntaria este verano.

Concretamente, y tal y como ha recordado esta incansable mujer, dos veces campeona de España de Power Lifting, medalla de bronce en un campeonato de Europa y poseedora de 15 récords de España en esta disciplina y voluntaria de la asociación APAAC, el pueblo al que se mandará lo que se recoja se llama Boudnib. «Mi relación con ellos parte de cuando conocí a Driss y Younes, dos jóvenes bereberes que se desviven por mejorar la calidad de vida de todos los niños y niñas que viven y estudian en el colegio de este pequeño y humilde pueblo y por eso, después de estar allí y comprobar lo bien que me trataron, tenía claro que de alguna manera u otra tenía que aportar mi granito de arena para ayudarles a mejorar sus condiciones de vida».

Donación económica

En este sentido, Ribas ha confirmado esta mañana que en el centro educativo hay unos 100 niños y niñas de edades muy diversas y que aún hay mucho trabajo por hacer de todo tipo. Por eso, más allá de los trabajos que llevaron a cabo los voluntarios durante su estancia en Boudnib, pintando las paredes del centro o adecentando algunas estancias, desde su regreso a Ibiza ha puesto en marcha una campaña de recogida de fondos totalmente voluntaria.

Hasta el momento han sido muchos los clientes de Peluquería Jana que tras cada corte de pelo, tratamiento o tinte han ido dejando una pequeña cantidad que durante estos meses ha ido creciendo de forma exponencial. El resultado ha sido una cantidad importante que se ha enviado a Marruecos para que allí directamente se haya invertido en comprar material escolar en una pequeña tienda de este pueblo de unos 10.000 habitantes que, fundamentalmente, viven de vender animales y cuidar sus huertas. «Estamos muy contentos con el éxito de esta iniciativa porque hemos logrado dos objetivos muy importantes, por un lado ayudar a los niños y niñas del colegio, y por otro potenciar la economía y las tiendas del pequeño pueblo, generando riqueza sobre el terreno».