El control afectará a las calles Archiduque Luis Salvador, Luci Oculaci, Al Sabini, Tagomago y Ramón Muntaner. | Daniel Espinosa

Vecinos y empresarios del barrio Puig des Molins, en la ciudad de Ibiza, mostraron este miércoles diferencia de opiniones ante la activación del Área de Circulación Restringida (ACIRE) en esta zona del municipio. Este ACIRE es uno de los proyectos estrella de la Concejalía de Movilidad, dirigida por Aitor Morrás, y su principal objetivo es conseguir pacificar el tráfico en las calles de este barrio y, sobre todo, que los residentes en el mismo no tengan problemas a la ahora de aparcar.

Sin embargo, no todo el mundo está de acuerdo con el uso de este sistema de control de vehículos basado en el uso de cámaras. Así, por ejemplo, lo indicó una trabajadora de una empresa de la calle Ramón Muntaner, Angels Grau, quien señaló que «hay otras maneras de controlar» la entrada y salida de coches. Esta empleada también lamentó haber conocido justo ayer las características del nuevo sistema de control. «Un señor ha venido», explicó, «y nos ha entregado en mano una carta del Ayuntamiento». Grau admitió, sin embargo, que existe un problema de falta de aparcamiento en el barrio debido a que «mucha gente de fuera» estaciona sus vehículos en estas calles.

En la misma, según pudo comprobar Periódico de Ibiza y Formentera, se explica que el control afectará a las calles Archiduque Luis Salvador, Luci Oculaci, Al Sabini, Tagomago y Ramón Muntaner. También se informa en la misma de que pueden solicitar las tarjetas de acceso los residentes en la zona, los propietarios de inmuebles que no residan allí, inquilinos en régimen de alquiler de temporada, los titulares y arrendatarios de garajes y los vehículos de organizaciones sin ánimo de lucro, entre otros.

Los residentes en la zona, propietarios de inmuebles que no vivan allí e inquilinos de pisos, entre otros pueden solicitar las tarjetas de acceso a la zona.

La implantación de este sistema de control de acceso de vehículos tiene un presupuesto que ronda los 400.000 euros, financiado en su mayoría por fondos europeos. Una inversión que para vecinos del barrio como Santiago Quindos está justificada: «Yo estoy contento porque aquí en verano no podemos aparcar porque hay muchas empresas de coches de alquiler. Esto es muy molesto para quienes tenemos que ir pronto a trabajar. En mi caso, a veces he tenido que dejar el coche al lado del Cementerio y volver a buscarlo a las 5.00, que es cuando salgo de casa para ir al trabajo». Quindos insistió en que está «encantado» con la iniciativa de la Concejalía de Movilidad. Este residente en el barrio denunció que es habitual «ver coches aparcados días y días, sin que nadie los mueva» Algo que ahora, con la nueva ACIRE, no sucederá. «Es una buena solución», aseguró, «piense que aquí hay aparcados cada día coches de empresas que ni siquiera están en este barrio».

Menos contento se mostró Mattia Guasti, empleado de un rent a car de la zona. «Era mejor antes», aseguró. Y añadió que en la calle Ramón Muntaner «siempre ha habido aparcamiento». Guasti lamentó que, a partir de ahora, estas plazas sean de pago y también el hecho de que «se llene todo de cámaras». Su empresa, explicó, tiene solo cuatro automóviles de alquiler, que suele aparcar en la puerta. «Ahora no sé dónde los llevaremos», indicó, «puede que al parking que hay al final de la calle o al del Lidl porque el Ayuntamiento no nos ofrece ninguna alternativa». «Es un problema para nosotros», insistió, «porque ahora tendremos que pagar por la plaza y porque no estarán cerca de la empresa».

Mattia Guasti sostiene la carta que entregó este miércoles el Ayuntamiento de Eivissa.

Enrique Suárez, residente de la calle Archiduque Luis Salvador, criticó también la medida. Pero no tanto por su objetivo como por la aparente falta de información que ha habido hacia los vecinos del barrio. «No sé si funcionará», dijo Suárez, «porque cada uno dice una cosa». Sin embargo, sí mostró su apoyo a este tipo de iniciativas porque, dijo, «hay mucha gente que trabaja en el centro y aparca aquí». «Si funciona, me alegro», abundó.

Normalidad en el primer día

El concejal de Movilidad, Aitor Morrás, destacó, por su parte, que este ACIRE ha entrado en funcionamiento «con total normalidad». Morrás destacó que se trata de una medida con la que el Ayuntamiento pretende «facilitar y mejorar la calidad de vida de los vecinos», que tenían difícil encontrar aparcamiento por la orografía del barrio y por «la presión de aparcamiento».

Morrás añadió que la puesta en marcha de este ACIRE permitirá reducir el tráfico en Puig des Molins y, con ello, «las emisiones y el ruido en el barrio». El concejal recordó que este proyecto se basa en «una petición que los vecinos llevaban tiempo haciendo al Ayuntamiento». Y añadió que han sido «ellos mismos los que han decidido en qué medida aplicar el control y el paso de vehículos por su barrio».