El Consell d’Eivissa acogió ayer una reunión extraordinaria de la Mesa de Exclusión social para abordar los cauces de ayuda a los ucranianos en la actual situación de guerra con Rusia. Un encuentro en el que Cáritas ofreció el espacio del antiguo albergue municipal, en calle Carlos III, como centro de primera acogida para aquellos ucranianos que se vean obligados a desplazarse a España, en concreto a Ibiza, para huir de la guerra en su país.


En la reunión ha participado la delegada del Gobierno en Baleares, Aina Calvo, así como representación de la asociación Nuestra Ucrania en Ibiza y del Fons Pitiús de Cooperació.
La consellera de Bienestar Social, Carolina Escandell, informó de que este encuentro fue una primera toma de contacto sobre esta situación. Se informó del mecanismo de cooperación que se ha puesto en marcha entre los consells, el Govern balear, la Felib y las ONG más representativas, para canalizar la ayuda hacia Ucrania y la gestión de la llegada de ucranianos a España.


En este sentido pidió «prudencia y orden» a los ciudadanos a la hora de ofrecer ayuda a las personas que están sufriendo la guerra. Animó a la gente interesada en ayudar a aportar dinero a través de las cuentas de confianza habilitadas por las ONG que trabajan en el terreno como «forma más efectiva de colaborar» y a contactar con las instituciones para cualquier duda.


Acogida
En la reunión la delegada del gobierno informó respecto al procedimiento de habilitación de la directiva 2001/55/CE, un mecanismo extraordinario para permitir la acogida de personas refugiadas afectadas por la guerra en Ucrania que les permitirá residir legalmente durante un año en los países de la Unión Europea. La residencia se podrá renovar cada seis meses según la deriva del conflicto.


Por otra parte se solicitó a los ayuntamientos que dieran cuenta de los espacios de los que disponen para acoger a estas personas en caso necesario y el Consell se ofreció a colaborar en la reforma del albergue de Cáritas si se requiere. «Es importante que estas personas tengan un lugar digno en el que vivir, porque no sabemos cuanto tiempo será necesario acogerlos», indicó Escandell, que pidió a los ciudadanos que acudieran a las instituciones públicas en caso de querer ofrecer su ayuda para poder gestionarla de forma adecuada.


Por el momento no hay registro de personas que hayan venido de Ucrania, dado que la consellera indicó que suelen tener familia en la isla y tramitan su residencia a través del arraigo familiar.