Uno de los mayores obstáculos para los nuevos payeses de Ibiza es el acceso a un terreno de cultivo. Un problema que puede solucionarse gracias al Banco de Tierras de Ibiza. Sólo en el último año siete fincas se han incorporado al proyecto, sumando un total de 43 hectáreas más.
Mediante esta iniciativa se ofrecen áreas agrícolas en desuso a nuevos agricultores o a productores que quieran ampliar sus negocios. Desde la Associació de Productors d'Agricultura Ecològica, su presidenta Maribel Juan recordó ayer que llevan una trayectoria «de muchos años». A través de una aportación del Consell de Ibiza, la entidad pudo contratar en 2020 a una persona que ha podido dedicarse en los últimos meses a reactivar el proyecto.
«En los últimos tiempos estamos viendo que el campo, con las diferentes iniciativas de instituciones o asociaciones, se está recuperando. Banco de Tierras es una herramienta que ayuda mucho», aseguró Juan.
De hecho, la presidenta reconoció que en el último ejercicio notaron un incremento «muy grande» de solicitantes de tierras. Así, en 2020 recogieron ocho solicitudes de demandantes frente a las dos o tres de años anteriores. La crisis laboral provocada por la pandemia contribuyó sin duda a este aumento. Cereales, frutales o proyectos ganaderos fueron incluidos en el listado de los solicitantes. «Muchos están a punto de firmar los contratos», celebró la presidenta.
Cada acuerdo contempla particularidades y condiciones diferentes, según las partes. «Lo suyo es que una tierra que ha sido trabajada, lo continúe siendo y vaya dando fruto. Estamos encaminados hacia la soberanía alimentaria. Sabemos que no podemos alimentar a toda la población, especialmente en verano cuando hay tanta gente, pero existe mucha tierra en desuso y ver que produce sería un ideal», explicaron desde la entidad.
Nuevos cultivos
Desde la Associació de Productors d'Agricultura Ecològica destacaron también el caso de una pareja de payeses, Toni y María, quienes habían dejado de trabajar su finca. Mediante el Banco de Tierras de Eivissa, ésta vuelve a tener vida gracias a la producción de la fresa. Al mismo tiempo, el Banco de Tierras ha posibilitado en Eivissa la introducción de nuevos cultivos como la xeixa o la aronia, una planta nativa de la zona este norteamericana.
Tras años de trabajo, el Banco de Tierras cuenta en estos momentos con 147 hectáreas, una superficie «relativamente elevada», según consideró la presidenta. «Si logramos incrementar el número de fincas en el Banco de Tierras y el número de payeses solicitantes, conseguiremos que estas cifras vayan creciendo. También la agricultura ecológica se incrementa cada año entre un 5 y un 10 por ciento», recordó Juan.
La presidenta resaltó además el interés que estas actividades agrícolas están despertando entre muchas mujeres de Ibiza.
Por otro lado, según la memoria relativa a estos últimos meses, el proyecto Banco de Tierras ha conseguido que cinco fincas estén de nuevo en producción, representando 32,62 hectáreas de tierras agrícolas abandonadas. Actualmente, está administrando solicitudes para 36,7 hectáreas más. Entre otros logros, el proyecto ha conseguido también que tres negocios comerciales ya en marcha puedan seguir ampliando su capacidad productiva.
El banco tiene capacidad de crecer, ya que todavía hay 20.000 hectáreas de tierras de cultivo en desuso en la isla.
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