El consumo de agua por persona durante la temporada 2020 fue en Ibiza de 8,14 hm3 de agua, un 16 por ciento menos que en 2019, según datos del Observatorio de Sostenibilidad de IbizaPreservation recopilados por la Alianza por el Agua de Ibiza y Formentera. A pesar del descenso, el consumo de agua por persona en temporada se duplicó en 2020.
Si se comparan los datos mensuales del año, en la isla de Ibiza el consumo de agua fue mayor entre mayo y octubre. De hecho, el volumen de agua consumida durante la temporada alta supuso un 58 por ciento del total.
También la ratio de consumo fue superior durante dichos meses y, mientras que en temporada baja la ratio de consumo por individuo fue de 204, en temporada alta creció hasta los 396 litros, prácticamente el doble que en 2019 y que en temporada baja.
Según el análisis, aumentó el consumo de agua pero no fue proporcional al aumento de la presión humana. De hecho, menos gente visitó Ibiza, aunque el consumo por persona creció "alarmantemente", ha lamentado la coordinadora del Observatorio de Sostenibilidad de Ibiza, Inma Saranova.
Este crecimiento puede deberse a diferentes motivos, ha señalado la entidad. Por un lado, la municipalización de redes privadas pudo provocar un aumento en el volumen de agua captada. Además, varios núcleos que tradicionalmente se habían autoabastecido pudieron haberse conectado a las redes municipales, lo cual se puede haber traducido en un aumento del consumo de la red.
Según han indicado desde el Observatorio, se constata que, al igual que ocurrió en 2019, el municipio donde mayor consumo se registró en temporada alta en comparación con el consumo anual fue Sant Joan.
Con respecto al origen del agua consumida, el consumo de agua desalada durante la temporada baja fue de un 70 por ciento y durante la temporada alta, de un 69 por ciento.
"El año 2020 ofrecía la oportunidad de revertir la situación de sequía, minimizando la extracción de aguas subterráneas y así pudiendo permitir la recuperación de nuestros acuíferos en mal estado", ha lamentado la coordinadora, quien ha añadido que se mantuvo el consumo de agua subterránea durante los meses de menor presión, volviendo a entrar en prealerta por sequía en octubre del mismo año.
En la totalidad de 2020 la demanda urbana de agua en Ibiza disminuyó un 13 por ciento respecto del año anterior.
"Podría haberse consumido aún una mayor cantidad de agua desalada si se hubiera aprovechado la mayor producción de las desaladoras para fomentar la recuperación de nuestras masas de agua subterránea", han concluido.
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