Fabio y sus tres amigos se levantaron temprano para salir antes de las ocho de la mañana. Entre las capturas pocos raors, algún sargo y otros peces variados. «También ha caído alguna cerveza más», explicó riendo.
El grupo de amigos esperaba hacer una buena fritura de pescado con ellos. Era el primer día que salían a disfrutar del mar y de una buena jornada de pesca.
Menos suerte tuvo Antonio, que a pesar de las pocas capturas de la jornada mostraba con orgullo una rotja que no bajaba de los dos kilos. «Pican mucho, pero con poca hambre. El día bueno fue el viernes, que salió mi hermano a pescar y cogieron cuatro o cinco kilos de raor y otros tantos de rotja. Pero ayer y hoy no sé si ya habían comido o qué es lo que ha pasado», relataba.
Dice que al pescado no le gusta ni que el mar esté muy movido ni que esté muy calmado. Sabiduría popular, dice, «porque a los peces al final nadie les ha preguntado nada». Este domingo hacía un día bueno, quizás demasiado bueno.
A pesar de todo, no lamentaba la salida al mar para aprovechar los últimos días de verano, «que luego en invierno hace mucho frío». Su trabajo dice que le impide salir más días a pescar y disfrutar del mar.
Tampoco fue una jornada de celebrar mucha captura para Alejandro y los que le acompañaban en la barca. Era el primer día que salían a pescar y en el cubo no llevarían más de 30 capturas hechas entre los cuatro que iban a bordo.
Hicieron su jornada en la zona de es Freus, este domingo estaba tranquila, apenas unas 15 embarcaciones surcaban la zona con las cañas para sacar alguna cosa del mar. Poca cosa en el caso de Alejandro y sus compañeros que, como otros tantos este domingo, no disfrutaron de la mejor jornada de pesca sino más bien de un buen día de navegación.
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