Una participante en la caravana prepara su coche para la manifestación. | Daniel Espinosa

Al ritmo de Resistiré del Dúo Dinámico y con los lemas ‘Stop fuga sanitarios' y ‘Stop discriminación', entre otros, se puso en marcha ayer a las 12 horas la manifestación motorizada convocada por la plataforma USEIRI (Unión de Sanitarios por la Equiparación en la Indemnización por Residencia en Ibiza).

Una movilización que logró convocar a unos 70 vehículos que, a golpe de claxon, reclamaron la equiparación de la indemnización por residencia con los sanitarios de Canarias, Ceuta y Melilla además de mejoras en las condiciones de trabajo y un incremento del personal sanitario de la isla.

Una de las portavoces de esta plataforma, la auxiliar de enfermería María Hernández, aseguró que con las condiciones laborales que hay en la actualidad en la isla «la gente no aguanta y se va a otros destinos». Esto provoca, señaló «que estemos siempre con una constante falta de personal». Carencias que, además, nada tienen que ver con la pandemia «porque esto lleva pasando en la isla desde hace muchos años».

Crispación
Por eso, continuó explicando Hernández, «cuando escuchamos que desde el Área de Salud desmentían la falta de personal nos crispó a todos los sanitarios. ¿Cómo pueden decir que no falta personal si están contratando a gente de Mallorca?» inquirió. Unos sanitarios de la mayor de las Baleares que «están cobrando un dineral y a nosotros nos tienen olvidados», recalcó.

La portavoz de USEIRI hizo hincapié a su vez en las condiciones laborales en las que están llegando estos profesionales de la isla vecina. «Aquí hay gente con contratos de dos meses y lo que están ofertando para que venga gente de fuera son contratos de seis meses con dos meses de alojamiento gratis».

Y todo esto cuando «hay compañeros de otros servicios que no son de hospitalización que se han ofrecido a hacer horas en Can Misses y la respuesta que han recibido es que son gerencias diferentes. Más diferente que una gerencia de Mallorca no creo que sea la de un centro de salud», aseguró la representante de la plataforma.

Ante esta situación, María Hernández puso en valor el nacimiento hace dos meses de esta plataforma, que de momento engloba a unos 400 profesionales y cuyo objetivo es «unir a todo el personal sanitario». De esta forma considera que se podrá luchar mejor para lograr lo que se lleva reivindicando desde hace 20 años. «Si no se ha conseguido nada será porque no se ha luchado correctamente», insistió.

Uno de estos sanitarios que solicitó, y al que se le denegó, trabajar en estos días de tanta presión hospitalaria es Alvar Alonso, un joven enfermero que lleva tres años trabajando en la isla y que este pico de hospitalizaciones le pilló en período de vacaciones.

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«Empecé mis vacaciones el 21 de enero y tenía que volver al trabajo el 4 de febrero, pero cuando empecé a escuchar que mis compañeros estaban duplicando e incluso triplicando turnos me pareció horroroso y decidí reincorporarme al trabajo antes de tiempo», indicó el enfermero.

Para ello solicitó a través del correo electrónico «tanto los supervisores como al Ibsalut que se me permitiera reincorporarme antes de mis vacaciones para hacer cribados o vacunaciones», pero la única respuesta que obtuvo fueron inconcreciones y negativas.
«Si soy enfermero de Ibiza con contrato en vigor ¿por qué están llamando a gente de fuera si estoy disponible?», criticó Alvar Alonso.

Cristina Fernández, enfermera del servicio de urgencias de Can Misses, también participó en la caravana motorizada para defender los derechos de los sanitarios de Ibiza. Reconoció que tanto ella como sus compañeros están «agotados y colapsados por la falta de personal cualificado, especialmente en los servicios más críticos como cuidados intensivos y urgencias».

Atención de calidad
Asimismo, lamentó que, por esta falta de profesionales, «no podemos dar una atención de calidad al paciente», lo que se contrapone a su ética y sus valores.

Aunque en estos momentos el número de pacientes en el servicio de urgencias no es el mismo que durante un día de agosto «sí requieren mucho más tiempo de atención. Es un paciente complejo y cuya mejoría no es al momento, puede tardar incluso días», recordó.
En estos momentos «en la zona COVID dos enfermeras y un auxiliar estamos llevando a 11 pacientes», aseguró, «y aunque ahora se nos ha puesto un refuerzo aún así no llegamos», concluyó.

Para Cristina Fernández, «la sanidad está muy abandonada y, aunque acabe la COVID, hay que trabajar en que los profesionales tengan una buena formación y se les retribuyade una manera justa por su esfuerzo».

Esta no será la última manifestación que convocará la plataforma USEIRI tras el éxito de la celebrada ayer. De hecho, y según explicó María Hernández, se plantean la posibilidad de realizar una protresta de este tipo cada semana, «aunque las trasladaremos a los fines de semana porque muchos compañeros, por motivos laborales, no han podido participar en esta primera movilización».

Éste el es caso de una veintena de profesionales del Centro de Salud de Vila. Ante la imposibilidad de abandonar sus puestos de trabajo, a las 12.00 horas de ayer salieron al exterior del edificio con una pancarta en la que se leía «sanitarios agotados, salarios rebajados».