La bahía de Talamanca tiene zonas donde más del 50% de la posidonia está muerta

Los trabajos de seguimiento y evaluación del estado ambiental del fondo marino de Talamanca se realizó durante el mes de junio y son continuación de los realizados el año 2019. El próximo estudio, previsto para el mes de mayo de 2021, será el que recoja los efectos de la disminución de los fondeos en la zona durante este verano de 2020.

El concejal de Medio Ambiente de Ibiza, Jordi Salewski, explicó que «el objetivo es hacer un seguimiento científico anual para determinar el estado ambiental de la posidonia, su evolución anual y proponer medidas de mejora en su de gestión. Se necesitará al menos un seguimiento de cinco años para ver el comportamiento del fondo marino, pero estos estudios ya nos van mostrando una tendencia».

Para el estudio se han muestreado las cinco estaciones de seguimiento instaladas en 2019, cuatro en la bahía y una estación a cala Roja, menos afectada por los impactos antrópicos. Según el informe del GEN-GOB, de estas estaciones, cuatro se mantienen estables, sin signos de recuperación, y una quinta ha mostrado una tendencia negativa, con una tasa de mortalidad anual de manojos de casi un 40%.

El informe recoge que los principales factores de degradación ambiental son el fondeo incontrolado de embarcaciones, el vertido de aguas residuales y el vertido de salmuera de la desaladora.

El técnico del Área Marina del GEN-GOB, Xisco Sobrado, señaló que esta situación de degradación ambiental pone en peligro los beneficios ecosistémicos que aporta la posidonia oceánica en Talamanca: «La producción de oxígeno, la transparencia del agua, la producción de arena y el efecto de mitigación del cambio climático son servicios ecosistémicos que aporta esta planta y que no se puede permitir perder».