Han pasado más de seis años desde que el Ayuntamiento de Sant Joan solicitó a la Conselleria de Medio Ambiente la elaboración del informe medioambiental necesario para ejecutar la nueva depuradora de Portinatx. La semana pasada, por fin, el órgano balear pudo dar inicio a la tramitación de la Evaluación de Impacto Ambiental tras recibir del Ayuntamiento los documentos que faltaban para poner en marcha este trámite, último paso antes de la licitación de las obras.
Según recordó el conseller de Medi Ambient, Miquel Mir, en el Pleno del Parlament del 11 de noviembre, hacía más de un año que su departamento esperaba esta documentación. La reunión en la que se definió definitivamente la documentación necesaria para este trámite y a quién se debía enviar, se celebró hace una año y medio, según Medio Ambiente.
Ahora la Comisión Balear de Medio Ambiente (CBMA) deberá impulsar por vía de urgencia la Evaluación de Impacto Ambiental, conforme a la resolución del propio órgano de abril de 2019. La conselleria de Medio Ambiente indicó que no hay un plazo establecido para este procedimiento, pero que «el objetivo es tramitarlo con la máxima celeridad», dada la necesidad que existe de esta infraestructura en el municipio.
Desde el Ayuntamiento informaron de que la documentación solicitada por Medi Ambient fue entregada el 10 de noviembre por vía digital, aunque una parte de la misma tuvo que ser remitida a través de correo postal en formato físico (un CD) debido a la limitación de tamaño para el envío de archivos del sistema.
Una vez que se emita el informe con las apreciaciones que se deban incluir en el proyecto, la Junta de Gobierno Local de Sant Joan deberá aprobar el proyecto y podrá iniciarse la licitación de la infraestructura.
Previsiones
«En cuanto a previsiones, todo está en función del tiempo que tarden desde Medio Ambiente en hacer el informe y después de que los técnicos preparen el proyecto ejecutivo, pero previsiblemente todo podría estar listo durante el verano de 2021», manifestaron fuentes municipales.
Dado que las ordenanzas municipales prohíben la ejecución de obras entre mayo y octubre, desde el Ayuntamiento estiman que el inicio de obras podría ser posible en octubre del año 2021. La ejecución de los trabajos está prevista, según el proyecto de construcción, en un año, por lo que la depuradora que da servicio a Portinatx podría estar funcionando a finales de 2022.
Prórroga de fondos ITS
Los retrasos en este proyecto han supuesto, además, nuevos trámites para mantener la financiación proveniente del Govern. La construcción de la EDAR de Portinatx fue aceptada entre los proyectos a financiar a través del Impuesto de Turismo Sostenible (ITS) en 2018. Se solicitó un importe por valor del 50% de la obra y se firmó un convenio que concluía en mayo de 2021.
Es por ello que el gobierno local ha pedido ya una prórroga de 24 meses a la Conselleria de Turisme para poder recibir los 2,1 millones de euros de financiación.
Las obras de construcción de la infraestructura tienen un valor estimado de 3,9 millones de euros a lo que habría que sumar el coste de tramitación y realización del proyecto, que está estimado en 360.000 euros.
La ejecución de la infraestructura debía producirse entre los años 2018 y 2019, sin embargo, como pasa con la mayoría de proyectos financiados con el ITS, las previsiones no se han cumplido y únicamente se han ejecutado 21.300 euros (el 1%) para la redacción del proyecto.
Una EDAR problemática desde su instalación
El 8 de septiembre de 2014 el alcalde de Sant Joan de Labritja envió la primera solicitud a la conselleria de Medio Ambiente de informe ambiental para el proyecto de una nueva depuradora en Portinatx. En el mismo se explicaba que en 1991 el Ayuntamiento asumió la gestión de la red de saneamiento del núcleo urbano de Portinatx y a continuación procedió a la construcción de una EDAR. Esa infraestructura, según detallaba la solicitud, no funcionó bien desde un principio, dado que se trataba de un sistema experimental al que se tenían que realizar reparaciones continuas. Dados los problemas y gastos que generaba se decidió construir una nueva, pero era necesaria la autorización ambiental preceptiva. Empezó un calvario administrativo para Sant Joan, que se resolvió hace año y medio y que ahora llega a su fin. La pelota está ahora en la CBMA.
Actualmente en Sant Joan sólo la EDAR de Sant Miquel cumple con los requisitos de vertido de agua depurada, mientras las de Sant Joan y Cala Sant Vicent tuvieron un incumplimiento del 36,1% y del 87,8% respectivamente, según la Agencia Balear del Agua y la Calidad Ambiental, Abaqua.
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