La matanza a tiros por parte del Govern de las cabras de es Vedrà en el 2016 generó un gran rechazo social.

Los propietarios de los islotes de es Vedrà y es Vedranell, conocidos popularmente como vedraners, emitieron ayer un comunicado para criticar duramente la última matanza por parte del Govern balear de las cabras supervivientes de es Vedrà el pasado mes de mayo, cuando la ciudadanía aún estaba confinada. «Mostramos nuestra más absoluta repulsa por la vil y cruenta matanza de las cabras que habitan en es Vedrà y que nuevamente parece que ha realizado el Govern el pasado mes de mayo. Criticamos y estamos en absoluto desacuerdo tanto con la eliminación de las cabras como en las formas utilizadas para hacerlo, aprovechando el estado de alarma y a tiros, dejándolas malheridas hasta su muerte», expresaron ayer a través de un comunicado. Cabe recordar que, en esta ocasión, han vuelto a utilizar el mismo método que en el año 2016, cuando las mataron a tiros. Ese año se generó un profundo rechazo social a la actuación del Govern, con manifestación incluida.


Los vedraners recuerdan que el pasado 3 de marzo pidieron una reunión con el conseller balear de Medio Ambiente, Miquel Mir, «para exponerle nuestra postura y una solución que permita el mantenimiento de la flora autóctona de es Vedrà, así como el rebaño de cabras. La única respuesta que hemos recibido ha sido la de celebrar esta reunión en Mallorca. Hay que recordarle al señor conseller que, aunque pertenezca a un partido mallorquinista sin presencia en Ibiza, es conseller de todos los baleares, incluidos los ibicencos».
En paralelo, los vedraners recuerdan que solicitaron al Consell d'Eivissa la declaración de Bien de Interés Cultural Inmaterial el sacar las cabras vivas de es Vedrà como se hacía antaño. También pidieron que la institución adoptara «medidas cautelares para proteger a los animales que quedaban en el islote. Seguimos a la espera de que se emita el informe que permita la incoación del expediente».


Las críticas de los propietarios de los islotes se extienden también a la máxima institución insular, pues recuerdan que llevan ocho meses «esperando a que los responsables del Consell decidan que se redacte el informe que permita la incoación del expediente para que sea declarado BIC Inmaterial el hecho de ir a coger las cabras de es Vedrà». En este sentido, destacan que la «pasividad cómplice» de la institución insular «puede acarrear consecuencias terribles para la protección de un bien cultural inmaterial». «Si el Govern elimina definitivamente las cabras y el Consell d'Eivissa no actúa para evitarlo, ambas instituciones estarán permitiendo un grave perjuicio para la protección de un BIC Inmaterial, con las consecuencias que de ello puede derivarse», prosiguen. Para evitar el perjuicio sobre esta tradición, según explican, ayer mismo presentaron un escrito al Consell d'Eivissa solicitando «medidas cautelarisímas que protejan el bien esencial en cuestión, que son las cabras supervivientes».


Los vedraners concluyen recordando que conocen «informes de reputados científicos que nos indican que tanto las cabras deben desaparecer de es Vedrà como que pueden quedarse, sin que ello suponga una merma medioambiental para la flora del islote. Tanta credibilidad pueden tener unos informes como los otros. Para nosotros, el mejor informe es el de la vida de los animales en el islote junto con la flora endémica durante más de 700 años; ésta es la verdaderamente la única prueba irrefutable de que su convivencia es posible».