Según han expresado en un comunicado, contribuyó a la institucionalización de la geografía catalana y al estudio de la geografía regional desde una visión didáctica y humanista.
Vilà-Valentí viajó a las Pitiusas por primera vez en 1946. Desde entonces, realizó un seguimiento geográfico de las Islas durante 50 años, con estancias en Ibiza todos los veranos.
En concreto, se interesó por la originalidad y singularidad de los paisajes pitiusos y por la relación de la gente con su tierra.
En los años 70, impartió un curso de geografía de las Pitiusas, organizado por el Institut, y publicó cuadernos sobre Ibiza y Formentera junto a un grupo de geógrafos ibicencos.
El Institut preserva la documentación sobre las Pitiusas que fue recogiendo, recibida como documentación en 2019.
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