Los propietarios de pisos de la escalera 2 de los apartamentos Don Pepe, se negaron ayer a firmar la propuesta de prórroga de su estancia a través del formulario tipo redactado por Ayuntamiento de Sant Josep y presentaron una instancia general en la que solicitaban la renovación de la estancia en los apartamentos Bon Sol sin condiciones.

Reclaman, además, poder regresar a sus hogares. Indican que existe un informe de un arquitecto de la comunidad de vecinos en el que se indica que no existe peligro estructural en la escalera 2, una vez apuntalada la jácena que soporta la pared medianera con la escalera 1.

Seis vecinos fueron citados ayer en las oficinas de Servicios Sociales de Sant Jordi para que acudieran a lo largo de la mañana. Fueron todos juntos y allí se les entregó una instancia en la que manifestaban su situación como «afectados por el desalojo de urgencia de los Apartamentos Don Pepe», que actualmente residen «de forma temporal en los apartamentos Green Line Bon Sol a cargo del Ayuntamiento de Sant Josep» de los que se les había notificado que debían salir el 16 de agosto.

En esa instancia redactada por el Consistorio se exponía que «excepcionalmente» se ofrecía a los vecinos «la posibilidad de prolongar su situación una semana más con el compromiso de buscar una vivienda alternativa y salir de forma voluntaria antes del 23 de agosto de 2020».

«Al ver la coletilla hemos decidido presentar una instancia nueva. Traíamos una que redactamos nosotros pero nos han indicado de Servicios Sociales que tenemos que hacerlo en un formulario de instancia general», indicó uno de los vecinos.

En el formulario manifestaban su solicitud de renovación de la estancia en los apartamentos Bon Sol. Explicaban que no se hacía usos del documento ofrecido al no ofrecer una solución adecuada a sus recursos económicos. «Nosotros lo que queremos es volver a nuestra casa. El Ayuntamiento tiene un informe del arquitecto de la comunidad de vecinos en el que dice que es habitable. La idea no es pasar nuestra vida en un apartamento turístico», indicaba indignada otra vecina.

Indicaron que el Ayuntamiento había informado de que seguiría analizando el estado del resto de escaleras del edificio, algo que finalmente no se ha llevado a cabo. «Si no han desalojado las demás escaleras será porque todo va bien, entonces entendemos que sería posible volver a nuestras casas», con sideraron.

Señalaron además que todos los vecinos propietarios de viviendas en la escalera 2 están todavía pagando sus hipotecas y no pueden permitirse pagar un alquiler en la isla con los actuales precios.

Riesgo

Durante la reunión celebrada el pasado 24 de junio entre los vecinos, representantes del Consistorio y los arquitectos encargados de las catas y el apuntalamiento del edificio, el arquitecto externo responsable de los trabajos manifestó que las palabras «riesgo inminente» no habían salido de su boca respecto al estado del edificio. Sin embargo si indicó que existía un riesgo y que por ello el desalojo estaba justificado.

Los vecinos apelan a esa falta de inminencia para solicitar el regreso a sus domicilios.
El decreto de alcaldía entregado a los vecinos en el que se ordenaba la «ejecución urgente» del desalojo sí manifestaba ese «riesgo inminente para la seguridad de las personas.

En ese decreto se informaba de la «gravedad de las patologías detectadas en la escalera 1 adyacente a la escalera2, y el deficiente comportamiento del forjado ante las catas realizadas mediante método poco invasivo con maza de goma y tabla de madera, así como el estado de la jácena existente en la medianera de la escalera 1 y 2 en la planta baja».

El apuntalamiento adecuado de esa jácena, la viga que sustenta el muro que separa ambas escaleras, sería uno de los argumentos del informe del arquitecto de la comunidad para sustentar que es posible para los vecinos de la escalera 2 de los Apartamentos Don Pepe regresar a sus domicilios sin riesgo para la seguridad de las personas.