En el día de ayer, la compañía hizo balance de su llegada a Ibiza y Formentera y puso el foco en esta modalidad para despedir a un ser querido, por la que cada vez se opta más.
En 2019, cerca de la mitad (un 41,8 %) de las personas fallecidas en las Pitiusas fueron incineradas. Esto supone un 10 % más que hace cuatro años y este porcentaje es ligeramente superior a la media española, que se sitúa entorno al 40 %.
El año pasado, la funeraria realizó 357 incineraciones, 338 de personas fallecidas durante ese periodo y 19 de restos de difuntos de años anteriores, a quienes la familia prefieren sacar de los nichos y se decantan por esta ceremonia. Desde su implantación en Ibiza, Aurens ha practicado 1.300 incineraciones.
Desde la empresa, aseguran que es una opción que seguirá creciendo debido a «lo cosmopolita que es la isla» y que, al haber muchas personas extranjeras o de fuera de la isla, «entienden que la incineración es la opción más válida», porque o bien lo prefieren al entierro o bien para repatriar las cenizas, en lugar del cuerpo, que «es mucho más costoso».
La gerente, Mónica Miranda, incidió en que desde su empresa hacen una apuesta por «la divulgación y la sensibilización con el tema de la muerte» y buscan que deje de ser «un tema tabú».
«Para lograrlo, este año haremos un ciclo con dos charlas. Una se hace siempre en Navidad y trata sobre el síndrome de la silla vacía, que es cómo afrontar las navidades cuando se pierde a un ser querido. Esta es una charla que la gente agradece porque la gente se encuentra muros de silencio, que la gente no sabe cómo tratar o hablar a una persona que ha perdido a una persona y entonces no encuentra un sitio donde sentirse cómoda hablando», apuntó Miranda.
La otra tertulia que quieren organizar para este año versará sobre el duelo dedicado a los niños y adolescentes, algo que entienden que es «bastante importante» y «necesitan hablar», porque los menores «lo sufren de otra manera y, aunque parezca que lo superan mejor que los adultos, se debe tener una atención y un cuidado especial».
En cuanto a la ceremonia de incineración, Miranda detalló que el rito laico es el más escogido para este tipo de actos. En Ibiza, lo más usual es esparcir las cenizas en el mar y, por ese motivo, «una de las urnas que más se comercializa es la que está hecha completamente de sal, pero también tenemos otras de papel o incubadoras para plantar árboles», subrayó Miranda.
2 comentarios
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Al final tienes que pagar hasta por morirte, que mundo!
Normal, la gente no puede ni pagarse una casa, como para comprarse un nicho o construirse un panteón.. Horrible inversión, ni alquilarlo a turistas se puede (de momento vaya)