El claustro del CEPA Pitiüses se reunió el jueves para poner en común las quejas sobre el centro de acogida. | DANIEL ESPINOSA

La concejal de Bienestar Social del Ayuntamiento de Vila, Carmen Boned, afirmó ayer que seguirán adelante con la ubicación del centro de primera acogida en Sa Bodega, ya que existe un «consenso» entre los actores implicados, que son el Ayuntamiento y el Govern.
El claustro del Centre d’Educació de Persones Adultes (CEPA Pitiüses) había manifestado el jueves sus quejas sobre la ubicación del centro en las instalaciones que ocupan. Preguntada al respecto, Boned señaló que desde el Ayuntamiento de Eivissa no se iban a «pronunciar sobre el mensaje de la comunidad educativa». Sí remarcó, por contra, que la Conselleria de Educació ha estado informada y han tenido su apoyo en todo momento. Sin embargo, la Delegación de Educación del Govern balear en la isla rechazó dar a conocer su versión respecto a este asunto.

La también tercer teniente de alcalde añadió que desde el Consistorio tienen «claro» que su «prioridad» son «las personas que más lo necesitan». En este sentido, explicó que el espacio se viene utilizando desde hace cinco años, así que «no es algo novedoso y no interfiere para nada en la actividad del centro».

«Fracaso del PSOE»

Por su parte, para el presidente del PP de Ibiza, José Vicente Marí Bosó, «esto demuestra el fracaso de las políticas contra la exclusión social» del Gobierno del PSOE, apoyado por los «podemitas», en la ciudad. Se trata, en su opinión, de algo que cada día «se puede constatar» en las calles como es «la proliferación de personas que, lamentablemente, tienen que vivir y pernoctar en muchos portales».

«Cada decisión atropellada de Boned en la lucha contra la exclusión social supone una imposición a los vecinos, porque no escucha a nadie», prosiguió Marí Bosó. Para el dirigente popular, el hecho de ir «dando bandazos» supone una «política nefasta». La opinión del PP, según su presidente, es que hay que hacer un plan municipal contra la exclusión social en el que las actuaciones queden perfectamente delimitadas Así, el concejal por Eivissa recordó que, durante la última campaña electoral, propusieron ampliar a cinco las tres unidades de trabajo social con las que cuenta el Ayuntamiento actualmente.

Marí Bosó lamentó que están ya «habituados» a la forma de actuar del Ejecutivo socialista «desde la soberbia y el sectarismo» de Boned y el alcalde de la ciudad, Rafa Ruiz, respectivamente. El dirigente popular incidió en que el hecho de «no escuchar a nadie ni hablar antes con la ciudadanía» no hace más que «agravar los problemas en lugar de solucionarlos». «Cada decisión es un problema para esta gente, porque son incapaces de hablar con nadie», remató Marí Bosó.