Cartel anunciador del ‘Día mundial en recuerdo de las víctimas de violencia vial’.

«No podemos bajar la guardia. Se han conseguido cambios en el Código Penal, pero creemos que todavía sale muy barato ir bebido o drogado al volante y causar un accidente mortal. Nosotros entendemos que eso es terrorismo al volante y toda la sociedad debe tomar conciencia del problema porque es una tragedia que le puede tocar a cualquiera». Son palabras de Cati Escandell, madre de Vanesa Patricio Escandell, la joven ibicenca fallecida en febrero de 2017 por la temeridad al volante de un conductor que circulaba bajo los efectos de sustancias estupefacientes en Sant Jordi.

La familia de Vanesa será una de las que se desplazará a Madrid para participar en la concentración convocada el domingo con motivo del ‘Día mundial en recuerdo de las víctimas de violencia vial', una cita en la que se insistirá en la necesidad de endurecer las penas para aquellos conductores bebidos o drogados que provocan un accidente con víctimas.

Cati Escandell indicó que a la convocatoria acudirán junto a las familias de otras vítimas mortales registradas en las Illes Balears y recordó a los familiares del conductor de Herbusa fallecido el pasado 23 de julio en Platges de Comte tras ser embestido por un todoterreno cuyo conductor, un joven británico de 29 años, fue detenido tras dar positivo en cocaína y cannabis.

«Acabar con esta lacra es una cosa que debería preocupar y ocupar a toda la sociedad. Desgraciadamente, nosotros ya la hemos sufrido, pero hay que insistir en la necesidad de poner todas las medidas que estén a nuestro alcance para evitar una tragedia que no cesa», advirtió Cati Escandell.

Dispositivos antialcohol
A la cita de Madrid también acudirán responsables de la empresa Dräger, la compañía que ha diseñado un sistema que impide arrancar el vehículo a una persona que se encuentra bajo los efectos del alcohol.

El grupo en el que se encuentran familiares de Vanesa y del joven ciclista Dani Viñals impulsaron la reforma del Código Penal que recoge penas más duras para los conductores que provocan una muerte bajo los efectos del alcohol o las drogas y también presentaron ante el Parlamento Europeo más de 100.000 firmas para reclamar la implantación de detectores de alcohol en los nuevos vehículos.