En este sentido, Huerta, recordó que existe un estudio reciente de los economistas Carlos Manera y Vanessa Roselló, que el pasado año la asociación presentó en su stand propio de la Feria Internacional de Turismo (Fitur), que demuestra que «la industria del ocio genera el 35% del empleo en Ibiza y que el sector aporta 770 millones de euros a la economía insular». La asociación ya había participado anteriormente, hace dos legislaturas, en la promoción turística de la isla junto con el Consell insular, en la feria de turismo celebrada en Madrid.
Alargar la temporada
Huerta explicó que la idea de volver a incluir el ocio en la promoción de Ibiza se la trasladó el propio presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Marí, en una reunión de contacto con la institución, donde también se habló de la intención de alargar la temporada unas semanas e intentar mantener algunas actividades en temporada baja.
No obstante, desde Ocio de Ibiza, señalaron que «son muchos más factores los que afectan para que la desestacionalización se pueda producir, como la conectividad o la oferta complementaria. No son solo los locales de ocio y las discotecas», comentó. Aún así insistió en que si se abriera todo 15 días antes y se cerrar 15 días después, «se daría mucha vida a la economía», por lo que «no estaría mal que de una vez por todas se abriera un foro de debate y entre todos se trabajara en ese objetivo de ampliar temporada», añadió.
Mucho por hacer
Tras finalizar la temporada, la asociación ya empieza a pensar en el próximo verano. «Siempre hay trabajo que hacer», señaló Huerta. De hecho, Ocio de Ibiza tiene prevista una reunión para mediados de Noviembre donde según indicaron, se hablará además de la próxima feria de Fitur, que tendrá lugar en enero, de otros «asuntos claves de cara a la nueva temporada para arrancar con fuerza y solidez».
En cuanto a la apuesta por el ocio, el presidente de la asociación aseguró que son los primeros que tienen claro que «hay que marcar unas líneas de trabajo muy serias y en nuestro caso fundamentales, como son la Ley de Actividades, de ámbito balear, la Ley del Ruido, que es de ámbito nacional y las ordenanzas de cada uno de los municipios, que también tienen peso en el control de todas las actividades», detalló.
Así, asumió que las actividades de ocio son «receptores importantes de gente y cuando atraes a muchas personas, coches y todo lo que conlleva, creas una situación que no deja de ser incómoda», dijo Huerta. En este sentido, apeló a la coherencia y al «respeto a todo el mundo cumpliendo las leyes que nos afectan».
«Hay muchas cosas que hacer, tanto internamente como con las administraciones, con las que tenemos que tener afinidad para hacer las cosas bien y que salga beneficiado el turista», señaló.
4 comentarios
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Lo que hasta ahora habían rechazado las instituciones, Ayuntamientos y Consell, es que en esa promoción se invirtiera dinero público. El sector del ocio nocturno es lo suficientemente potente como para promocionarse con dinero propio, pero para nada se debería invertir en ello un dinero público que hace falta para cosas mucho más importantes y necesarias para los ciudadanos de la isla.
700 millones a la economía y 30.000 millones a la sumergida
700M de beneficios, vale, y como costes indirectos? Cuanto repercute estos beneficios en la isla si la mayoria de clubs son de sociedades que no son ni españolas? No hablamos tampoco de costes de oportunidad? Que nos supondria otro tipo de turismo?
Yo pediría un estudio, sobre las nefastas consecuencias que conlleva esta industria. Parece que hace falta repetirlo, para que tomemos conciencia. Drogas , alcohol, prostitución, accidentes, peleas, mafias de todo tipo, degradación de las personas, ruidos... Lo que necesitamos es diversificar la oferta turística. Ibiza tiene un potencial mayor que muchos lugares del mundo, que no se conforman con tener que depender de este tipo de turismo. Hay que hacer un llamamiento al sector privado y colaborar para crear un nuevo modelo de cara a los nuevos tiempos, ofrecer lo que la mayor parte de la sociedad desearía, esto que se pretende es darle de comer al diablo.