Los operarios trabajan para acabar las obras en la zona de la plaza de Julià Verdera. | Daniel Espinosa

El mes de junio ya ha comenzado y las obras del paseo de ses Figueretes siguen sin terminar, algo que los comerciantes de la zona aseguran les está causando serios perjuicios.

«Primero nos dijeron que estarían acabadas en abril, después en mayo y ahora nos dicen que los trabajos se alargarán hasta la primera semana de junio», explicaba el dueño de una de las tiendas junto a la plaza Julià Verdera.

En otro comercio, los empleados hacen apuestas sobre cuando estará acabado realmente el paseo. «Me juego 1.000 euros a que no finalizan antes del 15 de junio, por lo menos», dice uno de ellos.

Se lo toman con humor y buscan el lado positivo al asunto. «Cuando estén acabadas va a quedar muy bien y seguro que hace que vengan más clientes», dice Miguel Cabello, encargado de las empresas Verdera S.A, que tiene varios hoteles a la orilla de la playa.

Pérdida de clientes
«Es cierto que la obra ha repercutido al mes de mayo y también lo hará en junio», señala. «Hoy nuestra ocupación es del 65 % aproximadamente, cuando el año pasado por estas fechas estábamos al 80-85 %», explica.

Estos días, la terraza de este alojamiento está vacía y las mesas y sillas cubiertas de polvo. Un polvo que también invade las estanterías de las tiendas de la zona y los productos expuestos para atraer a los compradores, sin éxito. La mayoría pasa de largo tapándose nariz y boca para evitar respirar ese aire polvoriento y poder alejarse lo más rápido posible del ruido que generan las máquinas de la obra.

«Las ventas han caído porque no se puede trabajar normalmente. Estamos un 50 o 60 % por debajo de los beneficios del año pasado», asegura otro comerciante.

En los restaurantes la situación no es mucho mejor. «¿Quién se va a sentar aquí a comer tierra?», dice el dueño de uno de estos establecimientos. «Tenemos que estar limpiando constantemente», apunta. «Es una vergüenza», insiste.

En general coinciden en que «el fin de obra se ha desubicado». «Nos han engañado un poco, porque a mí me dijeron que tenía que cerrar el 15 de octubre que empezaban las obras y luego no fue así», señala otro de los afectados.

«Durante el invierno han estado aquí cuatro operarios trabajando y ahora, cuando ya tendrían que estar acabadas es cuando han puesto a muchos más y trabajan todos los días. Si se hubiera hecho así desde el principio el paseo estaría ya hecho y no estaría pasando esto», se queja el dueño de otro establecimiento ubicado en pleno paseo. «Cerré antes y he abierto después de lo habitual, con lo que luego tendré que alargar hasta noviembre porque a los empleados no les puedo dar menos de seis meses de trabajo», explica.

La mayoría de los empresarios comentan que «no estaría mal que el Ayuntamiento nos ayudara de alguna forma, quizás con alguna rebaja en las tasas para compensar las pérdidas», dicen.

Pero no todo son críticas. José Juan Bonet, presidente de la Asociación de Vecinos de ses Figueretes, señala que «se debería haber hecho antes» pero insiste en que «está quedando muy bien y va a ser un paseo único en Ibiza y eso es lo que hay que valorar».

Por los tramos ya abiertos pasean varios vecinos a los que también les gusta lo que ven. «Es una obra mayor y la zona va a quedar muy bien para andar por aquí», dice María. «Aunque el ruido y la suciedad son muy molestos. Tengo que tener las ventanas siempre cerradas», dice.

Vicente, otro vecino, no se queja de la obra, pero sí le saca algún fallo. «Creo que están dejando muy pocas zonas de acceso para bajar a la playa y son escalones altos para las personas mayores como yo», comenta.

El Ayuntamiento pide paciencia
Desde el Ayuntamiento de Vila señalan que «las obras van a un ritmo adecuado teniendo en cuenta los problemas con los que nos hemos encontrado y no contábamos, como los pozos negros», dijo el alcalde en funciones, Rafa Ruiz.

«En líneas generales el paseo está prácticamente acabado. Pido paciencia y tranquilidad por la demora», dijo Ruiz, quien explicó que hay un equipo del Consistorio a pie de calle respondiendo cualquier duda a los vecinos y comerciantes de esta zona.

En cuanto a la propuesta de los afectados de que se les rebajen las tasas, el alcalde declaró que «es algo que no tiene cabida porque si no, no se podría hacer ninguna obra compleja en esta ciudad».

El paseo de ses Figueretes cuenta ya con varios tramos abiertos tras los trabajos. Actualmente se trabaja en una parte de la plaza de Julià Verdera que se está pavimentando. Asimismo, se está finalizando la instalación de barandillas y alumbrado, mientras que los bancos y las máquinas de deporte ya se han instalado.