Hasta ocho meses ha esperado una persona con una discapacidad reconocida para poder hacer la revisión para renovar su tarjeta acreditativa del grado de discapacidad en Ibiza, según denunció ayer un usuario. En julio del año pasado solicitó la revisión de la tarjeta de discapacidad, que tiene una vigencia de cuatro años.
«Me dijeron que un mes antes de que se me caducara la tarjeta me pasara por el IBAS para la renovación de su tarjeta de discapacidad y cuando fui me dijeron que tenía que haber ido dos meses antes. He estado llamando y eso hice pero no me ha sido hasta ahora cuando me han avisado que tengo una cita a final de mes», explicó. La cita es para el psicólogo y la trabajadora social, pero aún no dispone de cita para el médico.
El retraso en la renovación de la tarjeta no ha afectado al pago de su prestación por incapacidad laboral, pero sí es un documento que se utiliza para disponer de una serie de ventajas, como descuentos en transporte públicos, ayudas en becas o actividades como realización de cursos. «No tiene nada que ver con el cobro de la pensión, yo la percibo pero es un trámite indispensable por el que hay que pasar. Tiene una serie de beneficios y por eso es interesante tenerla», explicó.
La tarjeta acreditativa de grado de discapacidad es un documento público, personal e intransferible, que acredita fehacientemente el reconocimiento del grado de discapacidad de su titular y sirve de documento sustitutivo, a todos los efectos, de la resolución por la que se reconoce dicho grado, teniendo validez en todo el territorio del Estado.
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