Una treintena de actas, más de 5.000 productos inmovilizados, unos 100.000 intervenidos y 23 detenidos e investigados, uno de ellos en Sant Antoni. Es parte del balance de la operación desplegada por la Guardia Civil y que se ha traducido en la inspección de una treintena de negocios chinos en Mallorca y un establecimiento en Sant Antoni.
Según informaron ayer fuentes de la Guardia Civil, durante las inspecciones se han levantado un total de 27 actas y se han inmovilizado 5.254 productos. Los establecimientos inspeccionados se localizan además de en Sant Antoni, en Palma, Inca, Lloseta, Porto Cristo, Cala Millor, Campos, Llucmajor y Can Picafort.
Los detenidos eran los responsables de comercios dedicados a la distribución y venta de artículos que infringían la normativa de consumo en lo que respecta al etiquetado, controles de calidad, marcas registradas.
Además de material pirotécnico, también se vendían armas incluidas en la categoría cuarta del Reglamento de Armas y Explosivos --armas de aire comprimido-- sin poseer autorización para ello.
Las actas por infracciones administrativas se deben a no respetar diferentes normativas como son las de consumo, comercio, espectáculos públicos, protección de datos, laboral, facturación e iva y seguridad industrial.
Los más de 5.000 productos inmovilizados por no cumplir con la normativa de consumo, principalmente en el etiquetado, son además, según la Guardia Civil, «peligrosos» para los usuarios.
Paralelamente, especialistas de la Guardia Civil de la Intervención de Armas se desplazaron igualmente a las inspecciones de los diferentes comercios e incautaron un total de 101.000 artículos pirotécnicos que eran comercializados sin autorización para ello, o amparados por documentación falsificada.
Según la Guardia Civil, la investigación continúa abierta y no se descartan nuevas actuaciones por estos hechos.
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