Obras
Una de las primeras áreas de ejecución es la adecuación de las parcelas expropiadas de la zona noreste, en las que se pretende incorporar al aeropuerto unos terrenos que no se estaban usando en estos momentos y en los que se han ejecutado demoliciones de edificaciones que estaban abandonadas en esa zona. «Se está nivelando tierra y realizando un nuevo perímetro de seguridad, de forma que se incorporan nuevos terrenos a la zona restringida», afirmó Torres.
Otra de las áreas de ejecución es la destinada a la plataforma de aviación general, situada también en la zona noreste del campo de vuelos y que se inició el año pasado. En esta zona se renovará el pavimento de la plataforma y la superficie se incrementará un 33 por ciento, lo que permitirá mayor espacio para acoger aviones cuya envergadura máxima es de 18 metros. Los aviones pasarán de 25 a 34, mientras que se mantendrán las 24 posiciones para monomotores y se aumentará en una la capacidad para helicópteros, alcanzando las tres posiciones. «Nos permitirá mayor flexibilidad durante la temporada alta, ya que hay mucha demanda de este tipo de aviación», dijo Torres.
En cuanto a la adecuación de la plataforma de aviación comercial y las cabeceras de pista, consistirá en renovar el pavimento en la zona destinada al estacionamiento de los aviones, ubicada al suroeste del aeropuerto con el fin de incluirlo en la zona de aviación comercial, por lo que este proyecto se completará en varias fases y en mejorar el drenaje de la plataforma. El año pasado se ejecutó la primera fase en la zona este de la plataforma, mientras que este año se desarrolla la segunda fase en la parte central. El año que viene quedará una parte todavía por desarrollar. Esta última obra supondrá ganar 30.000 metros cuadrados, incrementado la superficie de la plataforma principal hasta los 180.000 metros y ganar nueve posiciones adicionales para aviones de grandes dimensiones, por encima de los 24 y 32 metros, que son «jets superiores».
Finalmente, se realizará un cambio de todo el mobiliario y de la instalación del sistema automático de retorno de bandejas, que está ahora mismo en fase de desarrollo y ejecución y que va a suponer un cambio importante de la mecánica en el paso del filtro. Además, estos filtros de seguridad se acondicionarán a líneas específicas para grupos determinados como familias, usuarios de conexiones interislas o personas con movilidad reducida (PMR) para agilizar su paso.
En cuanto a otras actuaciones que empezaron el año pasado, la directora de Aena en Ibiza hizo referencia a las obras de ampliación y reubicación del filtro de seguridad en el edificio terminal, que ahora cuenta con 11 líneas de inspección, mientras que antes se contaba con ocho. Unas reformas que también supusieron un cambio en la oferta comercial del aeropuerto con la apertura de nuevos locales. En estos momentos, las reformas ligadas a esta obra no han finalizado todavía.
Previsiones
Marta Torres, directora del aeropuerto de Es Codolar, también hizo una valoración al comienzo de la rueda de prensa convocada ayer sobre los pasajeros que se registraron durante el año pasado. En este sentido, fueron más de ocho millones los usuarios que salieron o llegaron al aeródromo de Ibiza, lo que significa un crecimiento del 2,5 por ciento. «Es una tendencia positiva que se vuelve a confirmar en enero con un aumento del 5,2 por ciento», valoró Torres. La mayor parte de pasajeros se movió en conexiones comerciales, 8.083.030 usuarios. De ellos, 3,27 millones lo hicieron con origen o destino a alguna ciudad española, mientras que 4,8 millones de pasajeros optaron por vuelos con el extranjero. Los meses que más movimiento registraron el año pasado fueron los de invierno. Concretamente en enero y febrero el número de usuarios creció un 16,9 y 19,7%, respectivamente.
Es por ello que Torres expresó su «satisfacción», ya que los datos confirmarían que el aeropuerto «crece» durante los meses de invierno, lo que iría en consonancia con las políticas que se están haciendo desde el sector público y privado, encaminadas a «desestacionalizar» el flujo de personas en la isla. Para la temporada alta, el objetivo es mantener los índices logrados en años anteriores, aunque «todavía hay dudas sobre lo que pasará a la espera de las cifras de programación de las compañías». Uno de los grandes interrogantes que genera incertidumbre en el sector turístico es la hipotética salida del Reino Unido de la Unión Europea y que podría afectar también a las compañías aéreas.
1 comentario
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Si si y el hall de llegadas de vuelos con un aseo...ay Dios,