—Tras tres ediciones, ¿se puede decir que el festival está totalmente consolidado o puede quedarse en el camino como muchos otros?
—El Ibizacinefest es ya una realidad. De hecho, somos uno de los únicos tres festivales de Balears reconocidos oficialmente con secciones competitivas en largometrajes de ficción y documental. Esto habla de nuestro crecimiento y refleja que estamos en la buena línea.
—¿No cree que en Ibiza, con lo pequeña que es, hay ya muchos festivales de cine?
—Puede ser y tal vez el cortometraje puede que se esté saturando un poco. Por eso nosotros intentamos desmarcarnos apostando directamente por los largometrajes. Aún así creo que el que haya tanto festival es bueno para la cultura y la gente de la isla y por eso no tenemos que vernos como competidores sino como grupos en la misma onda. Si lo hacemos todo el mundo saldrá ganando.
—Habla de su apuesta por el largo. ¿Está funcionando?
—Sin duda. Para esta edición más de 1.000 cineastas y decenas de distribuidoras nos han mandado sus trabajos. Esto refleja que nos ven como una plataforma imprescindible de exhibición y promoción de sus obras. Y no estamos hablando de cualquier cosa, estamos hablando de películas que han sido seleccionadas en festivales como la Berlinale, Locarno, Karlovy Vary, Cairo, Varsovia o Moscú.
—Actualmente el Ibizacinefest dura una semana. ¿Hacia donde puede ir el festival en los próximos años?
—No lo sabemos. Vamos día a día. De momento estamos muy cerca de ser reconocidos por European Festivals Asociation de Media Creativa Europa. El 15 de abril vamos a Estoril a presentar el festival ya que estamos nominados a entrar en esta asociación. Sería un paso muy importante porque nos incluirían en Europa Creativa, un ciclo de festivales de arte de muchísimo prestigio. No está confirmado pero sería bueno.
—Eso obligaría a profesionalizar mucho más el festival...
—Sí. Sería un cambio radical y tendríamos que estar preparados. Habría que contratar un gestor cultural y otras cosas...
—¿Tiene en mente algún festival al que le gustaría parecerse?
—Hay muchos y por eso busco coger lo mejor de cada uno. Pero una organización como la de Sitges sería genial. Aglutinar todo en un mismo hotel o centro de reuniones y que luego las proyecciones tuvieran lugar en distintos lugares de la isla como hacen con Sitges, donde las películas se pueden ver en los cines de la localidad.
—¿No hacen eso actualmente?
—Lo intentamos. En esta tercera edición tenemos varias secciones que abarcan largometrajes, cortometrajes y animación. Y las películas a concurso se pueden ver en casi todos los municipios. Además tenemos conferencias o mesas redondas y el jueves 31 de enero hemos dedicado en el Teatro España de Santa Eulària una jornada a documentales que hablan de la relación entre los refugiados y Europa.
—Esa es la parte social del festival. ¿Cómo decidieron el tema?
—Estando pendiente de las tendencias actuales. El año pasado apostamos por la desigualdad de género y aunque sigue de actualidad pensamos que podría ser repetitivo. Mientras le dábamos una vuelta al tema llegó a nuestras manos un documental hecho en Ibiza sobre los inmigrantes y fue el empujón definitivo que necesitábamos. Y a partir de ahí buscamos por todo el mundo cintas que plasmaran este problema, hablamos con distribuidoras y lo cerramos para que sea como un mini festival dentro de un festival, con proyecciones, charlas, coloquios y la presencia de sus autores. Creo que los documentales no tienen que dar la vista la realidad.
—Otro de los puntos fuertes es el estreno en Ibizacinefest del documental Moonface, una mujer en guerra. ¿Es una apuesta personal para el estreno?
—Puede ser. Es un documental en el que tenemos puestas muchas ilusiones y al que le hemos puesto mucho cariño y profesionalidad. Habla de la conocida fotógrafa de conflictos bélicos Christine Spengler y recientemente nos ha llegado la buena noticia de que se verá en el próximo festival de Málaga.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.