Caravana de taxis en el Passeig Marítim de Palma el pasado 31 de julio, cuando todas las asociaciones de taxis de las Islas apoyaron la huelga del sector a nivel estatal y pararon cinco horas en señal de protesta por la proliferación de licencias VTC. | UH

Pedir un Uber o Cabify en Balears será imposible por ahora. El Govern denegó ayer la solicitud para 200 licencias de vehículos de transporte con conductor (VTC) a Ares Capital, empresa española que posteriormente vende estas licencias a las plataformas internacionales que ya operan en las principales ciudades del mundo.

La denegación de estas licencias por parte de la Direcció General de Mobilitat era algo esperado entre taxistas y patronal de transportes de las Islas ya que el Govern se pronunció en este sentido el pasado 2 de agosto. Ares Capital aportó nueva documentación en el proceso de alegaciones posterior, que finalizó el pasado 3 de septiembre, aunque no ha sido suficiente.

Según informó ayer la Conselleria de Territori, Energia i Mobilitat en un comunicado, la denegación de las licencias está motivada «por el incumplimiento de las exigencias sobre pólizas de seguro de los vehículos con conductor que establece la normativa». Además, la documentación completa «se ha presentado fuera del plazo legalmente fijado». En agosto, la solicitud también se denegó por problemas con los seguros.

Recurso

La resolución firmada ayer por el director general de Mobilitat, Jaume Mateu, no es firme, de modo que la empresa puede presentar un recurso de alzada ante el órgano superior, que en este caso es el conseller de Territori, Energia i Mobilitat. En caso de que esto ocurra y hasta que se resuelva, es tiempo que correrá a favor de los taxistas de las Islas, que rechazan de pleno la implantación de plataformas como Uber y Cabify en Balears al entender que «distorsionarían» el mercado actual.

Hay que recordar que el presidente de la Asociación Sindical de Autónomos del Taxi de Mallorca, Gabriel Moragues, renunció el pasado 10 de septiembre a las 700 licencias de VTC con las que pretendía poner en marcha una empresa tipo Uber o Cabify para poder competir con estas plataformas en caso de que se llegasen a implantar en Balears, un gesto que el conseller de Mobilitat, Marc Pons, agradeció. El objetivo del Govern es velar por un equilibrio en el sector del transporte, algo que también reivindican taxistas y patronal. El gerente de la Federación Balear de Transportes (FEBT), Salvador Servera, mostró ayer su satisfacción ya que la resolución de Mobilitat «está en línea con las alegaciones que presentamos» y porque esta denegación deja la situación del transporte como está en la actualidad «donde hay harmonía y equilibrio entre los medios de transporte». En su opinión, la irrupción de un nuevo operador «con un número tan elevado de licencias VTC distorsionaría el mercado y tendría consecuencias nocivas».