Según informaron ayer fuentes municipales, el operativo se inició en el mes de agosto y se ha cerrado con la retirada de 147 toneladas de residuos, tres camiones con 2.340 kilos de ferralla, también fueron retirados varios vehículos que estaban abandonados y que no se podía acreditar sus propietarios, así como diversos chasis de motocicletas y ciclomotores.
Los servicios municipales también retiraron un total de 15 bicicletas al no poder acreditar la propiedad o ser objeto de una posible sustracción.
Las mismas fuentes indicaron que «casi todas» las personas que vivían en estos asentamientos los abandonaron «voluntariamente». Los Servicios Sociales de Vila habían detectado en diferentes visitas realizadas a la zona que en estos asentamientos habían perfiles de personas diferentes. En este sentido, indicaron que «todas las personas susceptibles de trabajar, de manera voluntaria y conjuntamente con los servicios sociales, han establecido diferentes planes de trabajo».
Por otra parte, el Centro de Recuperación Animal de sa Coma retiró un total de 15 perros que se encontraban en mal estado. Todos los animales fueron tratados durante quince días y cinco de ellos ya han sido adoptados por diversas familias.
Las mismas fuentes indicaron que, tras el desmantelamiento, quedan en la zona algunas infraviviendas a las que se les abrirá el correspondiente expediente de infracción urbanística por parte de los servicios jurídicos del Ayuntamiento de Vila.
En el operativo han participado seis personas de los servicios de limpieza de Valoriza con diversos vehículos y excavadoras, dos policías locales y personas de otras empresas como Transportes Bufí y Ca na Negreta.
La propiedad continua realizando diferentes trabajos en la finca como el desbrozamiento de la vegetación, limpieza de la zona y cierre de caminos.
Sucesión de incendios
El desmantelamiento de buena parte de las construcciones alzadas en la zona llega después de que a principios de julio se registrasen tres incendios en cuestión de cinco días en un enclave colindante con la parte trasera del hospital Can Misses.
El último de estos incendios ocurrió el 9 de julio y arrasó tres caravanas, varias tiendas y una chabola, y obligó a evacuar a más de una decena de personas.
Tras estos episodios el Ayuntamiento informó que la propiedad había denunciado tiempo atrás la situación y que al ser una cuestión que estaba pendiente de resolución judicial no podía actuar. Con la actuación llevada a cabo desde mediados de agosto se han retirado buena parte de los asentamientos en la zona.
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