Unos paros parciales que buscaban hacer visibles dos problemas, según los trabajadores: los recortes en el servicio postal universal a través de un déficit presupuestario de 180 millones entre 2017 y 2018, y la falta de un plan de futuro para la empresa adaptado a la nueva demanda de paquetería y el cambio de hábitos postales.
El delegado de CCOO en correos de Ibiza, Juan Galán informaba de que sólo el 40% de las cerca de 200 plazas de la empresa pública en las Pitiusas están cubiertas por personal fijo. «Hay gente con contratos incluso de un día, trabajando martes y jueves cuatro horas y cobrando 300 euros» indicaba para dar cuenta de la precariedad de algunos de los trabajadores
También mostraba su descontento por la falta de adaptación de la plantilla a la evolución demográfica de la isla. Conforme a los datos del Instituto de Estadística de les Illes Balears, Ibestat, la población de la isla ha subido en 26.158 personas en la última década, un aumento del 19% que no se ha visto reflejado en una modificación en la plantilla. Desde UGT, José Moya se hacía también eco de esta situación. «En los últimos años ha habido 4 jubilaciones, pero sólo se han repuesto 2 de esas plazas» indicaba este delegado sindical.
Cierre de oficinas
Desde CCOO informaron del cierre el viernes 15 de junio de las oficinas de correos de San Lorenzo y cala San Vicente. «Se trata de dos oficinas cedidas por el ayuntamiento para poder ofrecer este servicio a los vecinos de estas localidades, y que por tanto no le suponían ningún gasto a Correos», indicó Galán, y lamentaba el déficit en el servicio que supondrá para estas zonas, cuyos usuarios deberán empezar a desplazarse a Santa Eularia.
Déficit de personal
Una empleada indicaba, que el pasado viernes 1 de junio la oficina de correos de Ibiza tuvo un pico de actividad que supuso más de 50 personas esperando turno. «Se ha hecho una nueva oficina con 10 puestos de atención al público, pero nunca están cubiertos más de 5 o 6», detallaba. Algo que el delegado de CCOO explicó que también pasa en la nueva oficina de Sant Antoni, y lamentaba que una parte de esa inversión no hubiera ido a personal
El delegado de UGT calculaba que la media de espera en ventanilla es ahora de entre 20 y 30 minutos.
Un exceso de actividad por trabajador que supone, según los propios empleados, tener que abarcar la tarea de 2 personas. «Hacemos lo que podemos, pero con este estrés no damos abasto» indicaba otra trabajadora.
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