A grito de «queremos ser libres, no valientes» arrancó ayer la manifestación feminista convocada a las 18 horas en el Parque de la Paz. Una manifestación que muchos calificaron de «histórica» y que esperan que suponga un «antes y después» en las diferencias que existen entre hombres y mujeres.

A la cita acudieron alrededor de 2.000 personas que recorrieron las principales calles de Ibiza para decir bien alto que la desigualdad es real y «tiene que acabar ya». «Pido igualdad y no solo en los salarios y en las condiciones laborales. Pido igualdad ante la discriminación que sufrimos por haber nacido mujeres y pido igualdad porque no somos inferiores», explicó Cari Marcos de UGT. María del Carmen Vera, por su parte, lamentó haber llegado hasta este punto. «Las cosas se han desmadrado, pero esta manifestación va a ser un punto de inflexión en el camino». Esta dependienta aseguró que la lucha es «necesaria» y se alegró de ver a tantos jóvenes apoyando a las mujeres.

El objetivo estaba claro: reivindicar el papel de la mujer en la sociedad; motivo que impulsó a muchos hombres a manifestarse con ellas. «No se debe cortar nunca el apoyo y cuantos más seamos, mejor. Tenemos que denunciar que a las mujeres se les aparta muchas veces, incluso cuando hacen el trabajo mejor que nosotros», dijo José Antonio.

Fueron muchos los parones durante el recorrido, pero el más sonoro tuvo lugar en frente del Consell donde centenares de mujeres se sentaron en la carretera al grito de «una sentada feminista». Entre ellas estaban las Kellys de Ibiza. «Si con esto no vale, seguiremos intentándolo las veces que hagan falta», matizó Milagros Carreño. Y es que ya son muchas las veces que este colectivo ha salido a la calle para reivindicar no solo mejoras salariales, si no también menos carga de trabajo, una jubilación más temprana y que les reconozcan las enfermedades que sufren por su puesto de trabajo.

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La manifestación concluyó en el Paseo de Vara de Rey con la lectura de un manifiesto de la Associació de Dones Progressites d'Eivissa y Figa de Pic. En él denunciaron que Balears es la comunidad con la tasa más alta de violencia de género y exigieron más efectivos para erradicar el problema. Además, señalaron que, en Ibiza, las mujeres sufren agresiones sexuales «frecuentes», además de la trata existente con finalidad de explotación sexual.

Las feministas mostraron la necesidad de que se cumpla el Pacto de Estado contra la violencia machista y pidieron «una sociedad libre de opresiones». Peticiones que no son solo de un colectivo si no de la gran mayoría del sector femenino que solo quiere igualarse al masculino. «Llamamos a la rebeldía porque nos quieren dóciles, sumisas y calladas», sentenciaron.

A la manifestación también acudieron políticos de los diferentes municipios, entre ellos el alcalde de Vila, Rafa Ruiz, quien afirmó que «esta manifestación está en el top ten de las manifestaciones de Ibiza y estamos muy contentos de que la sociedad haya respondido a la llamada de querer una sociedad más justa». En este sentido, aplaudió la presencia de cientos de jóvenes que «por suerte, no entienden que una mujer por el mismo trabajo cobre menos o que sea asesinada porque su pareja la considere un objeto».

La sociedad ibicenca respondió de la mejorar manera posible a una manifestación que marcará el 8 de marzo de 2018 como un día histórico en la isla. Y es que ayer, ganaron las mujeres. «No somos cuatro piradas las que hemos salido a manifestarnos. Esta huelga ya ha servido para visibilizar la realidad no solo a nivel nacional, si no también a nivel internacional», dijeron algunas.

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