El carnero ‘Floquet', de un año y medio, dos ovejas y cuatro crías desaparecieron de la finca Can Rotes la madrugada posterior al día de Reyes. Martina Riveiro recuerda que ‘Floquet' y el resto del grupo llegaron a la finca después de que, tiempo atrás, una jauría de perros acabase con el rebaño que la dueña de la finca tenía. Hace tres semanas, Martina y David temieron que la nueva familia hubiera corrido la misma trágica suerte, pero decidieron emprender una búsqueda de los animales.
La pareja imprimió y repartió decenas de carteles con la leyenda: «Se busca. Wanted» y una foto de ‘Floquet' y el resto de la familia: dos hembras y cuatro crías. La operación búsqueda se tradujo en largas caminatas recorriendo los caminos de la zona.
«Hemos echado horas caminando por las montañas de Morna y recorriendo los caminos de Atzaró, pero después de tres semanas de intensa búsqueda no teníamos ni rastro del grupo de nuestro Floquet». La tozudez de esta pareja les llevó incluso a buscar a los animales con la ayuda de un dron, que les permitía inspeccionar un mayor campo de acción.
Cuando todo parecía perdido, el miércoles, la pareja recibió la llamada de un mujer que señalaba tener en su casa a una oveja malherida que podría ser alguna de las suyas. Martina y David se trasladaron urgentemente y al llegar comprobaron que el animal estaba ensangrentado y con varias heridas por el cuerpo. No tenían claro si era una de las suyas, pero la mujer les apuntó que si querían, se la podían llevar. La pareja regresó con el animal a casa y de noche llegó la segunda sorpresa de la jornada. «Como estaba malherida, la dejamos junto a la entrada de la casa. Estábamos durmiendo y escuchamos ruidos, salimos y nos topamos con que la oveja había parido dos crías».
Rocambolesca localización
Con la luz del día, la pareja comprobó que la oveja tenía un chip identificativo. «Llamamos por teléfono y averiguamos que el animal era propiedad del restaurante Koala. Nos pusimos en comunicación con ellos y les advertimos que teníamos a su oveja y que la familia había crecido», apuntó Martina. La dueña de Floquet recuerda que el dueño del animal les preguntó cómo había llegado hasta ellos la oveja y le explicaron que fue porque estaban buscando a su pequeño rebaño. Y aquí sucedió lo más extraordinario: el interlocutor les comentó que desde hacía unos días en su finca había un carnero con un ‘picarol' y unas hembras que habían llegado días atrás.
Martina y David se trasladaron hasta la finca de Santa Eulària y comprobaron que allí estaba Floquet y el resto del grupo. «Allí estaba con su ‘picarol' pastando con el resto».
«Fue algo muy especial porque llevábamos muchos días de búsqueda», señaló a Periódico de Ibiza y Formentera David, quien hizo hincapié en el enorme cariño que tienen a Floquet. «Llegó muy pequeño a casa y mi mujer lo crió con biberones. Recuerdo que le poníamos pañales para estar por dentro de casa», recuerda David.
El amor de la pareja por el carnero, las dos hembras y cuatro crías tuvo un final extraordinario.
2 comentarios
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...y esto es lo que se come la gente. Crías de cordero. Seres vivos que quieren vivir y estar con su familia. A todos nos enternece la imagen de unos corderitos, hasta que pedimos costillas. Una pena. A ver cuando dejamos de machacar a los animales de granja.
Todavia ocurren cosas bonitas en esta dichosa isla nuestra. Muy bonito.