1 de 8 | Niños de diferentes edades participaron en el tradicional festival del CEIP Can Coix por Navidad. | Arguiñe Escandón

2 de 8 | Los alumnos estaban ansiosos por representar lo que tanto habían ensayado. | Arguiñe Escandón

3 de 8 | Alegría y espíritu navideño no faltaron en la abarrotada carpa donde los protagonistas intentaban encontrar a sus familiares entre el público presente. | Arguiñe Escandón

4 de 8 | Alegría y espíritu navideño no faltaron en la abarrotada carpa donde los protagonistas intentaban encontrar a sus familiares entre el público presente. | Arguiñe Escandón

5 de 8 | Alegría y espíritu navideño no faltaron en la abarrotada carpa donde los protagonistas intentaban encontrar a sus familiares entre el público presente. | Arguiñe Escandón

6 de 8 | La esperada celebración congregó a padres, abuelos y demás familiares que no quisieron perderse las actuaciones. | Arguiñe Escandón

7 de 8 | La esperada celebración congregó a padres, abuelos y demás familiares que no quisieron perderse las actuaciones. | Arguiñe Escandón

8 de 8 | La esperada celebración congregó a padres, abuelos y demás familiares que no quisieron perderse las actuaciones. | Arguiñe Escandón

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Luciana Giannini22/12/17 23:11
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Un día casi primaveral fue el marco perfecto para que el gran evento del CEIP Can Coix animara el centro de Sant Antoni. Ante una carpa abarrotada de padres, abuelos y demás familiares los alumnos del centro interpretaron villancicos como Bon Nadal, El regal, Blanc Nadal, Bones Festes, Jingle Bells y Jingle Bells Rock en un entrañable espectáculo que comenzó sobre las 12.00 horas del mediodía de ayer.

Joan, el profesor de música del centro, comentó a Periódico de Ibiza y Formentera que los niños llevaban preparando este espectáculo alrededor de tres semanas y que para este año, el primero para él como responsable del mismo, eligieron el modo acústico, acompañados por él mismo armado con una guitarra acústica y sentado delante del escenario como si de una banda sinfónica se tratase.

Por otra parte, uno de los detalles más importantes con el que contó la jornada fue una rifa llevada a cabo con donaciones de padres. Nadie quiso quedarse sin su número pero lo importante no era el premio sino los destinatarios de lo recaudado; el monto resultante será donado a la ONG Manos Unidas para la obra de un aula en Burundi. Lo más destacable no es solo el hecho de la donación en sí misma sino que esto es también para los alumnos del centro un proyecto especial ya que la organización mantiene con ellos un constante contacto y una vez realizada la obra le muestran a los alumnos portmanyíes los progresos, fotos, diapositivas y vídeos a través de los cuales los niños de Burundi dejan de ser caras desconocidas para convertirse en amigos.

Por otra parte, los padres y familiares de los pequeños que lo dieron todo en el escenario mientras trataban de encontrar a su familia entre la multitud se mostraron encantados con las actuaciones. Isa, madre de unos pequeños en P4 y P5 reconoció entre risas que «siempre los veo genial, ¡Son mis hijos! Tan pequeñitos tienen el valor de subirse allí arriba y hacerlo genial, eso ya es más que suficiente».