Un paciente se somete a una espirometría para saber cuál es su capacidad pulmonar.

Una tos persistente, mucha mucosidad, sumada a la dificultad para respirar y la sensación de ahogo son los síntomas de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), que se calcula que afecta al 10 % de la población mayor de 40 años.

El coste que genera esta enfermedad crónica a la sanidad pública es elevado, cerca de 1.900 euros por paciente y año, en función de la severidad del cuadro clínico del enfermo y de su evolución.

Los expertos alertan de que hay un importante infradiagnóstico de la enfermedad que se cifra alrededor del 70 % (67,6 % en los hombres y 86 % en el caso de las mujeres).

La prevalencia de esta enfermedad entre las mujeres ha ido aumentando en los últimos años a causa de un mayor consumo de tabaco y es ya la segunda causa de muerte entre las mujeres.

Así lo afirmó ayer la consellera de Salut, Patricia Gómez, durante su intervención en una jornada sobre la EPOC en mujeres para impulsar la perspectiva de género y reducir el infradiagnóstico.

Jornada

La consellera Gómez afirmó que «un hecho que probablemente no haya ayudado mucho a mejorar la atención a las mujeres con EPOC es que, tradicionalmente, la mayoría de los estudios publicados sobre esta patología crónica se hacían en poblaciones masculinas».

Para Gómez «es imprescindible impulsar una atención diferenciada con perspectiva de género que permite una detección precoz de la enfermedad y una atención adecuada».

La prueba principal para detectar la EPOC es la espirometría que mide la capacidad pulmonar.