Un año más, con motivo de sus tradicionales fiestas de verano, los vecinos de Jesús, tanto niños como mayores, se echaron a la calle dispuestos a gozar de una tarde espléndida con un programa de actos repleto de actividades para disfrutar en familia y rendir, de paso, honor a las tradiciones más emblemáticas y arraigadas de la cultura ibicenca.

Así las cosas, con el aliciente de pasárselo en grande en la fiesta popular que fue organizada por la Colla L’Horta, un importante número de personas de todas las edades se dieron cita en las inmediaciones de la plaza y del parque de la localidad con la intención de ser protagonistas de una interesante y amena tarde en la que los más pequeños de la familia pudieron dar rienda suelta a sus inagotables ganas de diversión y aprender, además, algunas de las bonitas costumbres de sus mayores.

A través de una amplia lista de juegos populares como los trencacucs, las carreras de sacos o de cintas, concursos de ir a coger tomates con cuchara, de peso de sandías y calabazas, pruebas de puntería con chapas de refresco, pinchar globos o el juego de tirar de la cuerda, entre otros, fue desarrollándose una tarde cargada de diversión y en la que reinó un acogedor ambiente festivo que hizo las delicias de todos los presentes.

Edu Sánchez, secretaria de la Colla L’Horta, explicó que «lo que queremos al organizar esta fiesta popular ibicenca es que los niños retomen los juegos tradicionales de toda la vida y que comprueben que también así se puede jugar, divertirse y pasárselo bien junto a toda la familia».

Asimismo, la representante de la Colla L’Horta indicó que «contamos además con otras actividades que hemos organizado de forma paralela para intentar recaudar fondos para el viaje que hará próximamente la Colla a Zaragoza, como es el caso de una tómbola de regalos a dos euros la papeleta, o el sorteo de unas castanyoles realizadas artesanalmente, a cinco euros la carta».

Margarita Torres, madre de Azahara, una niña de 8 años, destacó que «este tipo de propuestas con juegos tradicionales para los niños me parece muy buena idea porque así podemos enseñarles a nuestros hijos algunas de nuestras costumbres para que se mantengan y no se pierdan».

Precisamente, una de las actividades más demandadas por los más pequeños de la familia fue la de vivir la experiencia de la tradicional fonyada de raïm (la pisada de la uva para obtener el mosto con el que se elaborará después el vino del pueblo).

En este sentido, Vicent Juan, presidente de la comisión de festejos de Jesús, comentó que «este año se van a pisar entre 200 y 250 kilos de uva que han sido aportados por los vecinos y amigos del pueblo de sus propias fincas». «En total, se podrán obtener unos 200 litros de vino aproximadamente. Cada pareja de niños que sube a la cuba pisa entre dos y tres cajas. Esta actividad la organizamos desde hace unos ocho o nueve años, más que nada por ellos porque a los más pequeños les gusta mucho,;se lo pasan bien aquí y así conseguimos que se conserve también esta tradición de nuestros mayores».

Nara Heins, de 10 años de edad, mostrándose exultante tras poder participar en la fonyada de raïm, manifestó que «se trata de una experiencia que muy chula porque la sensación de pisar las uvas parece como un masaje en los pies. Me gusta mucho, he venido ya antes otros años y es una actividad que no me la perdería ni aunque estuviese enferma».