Momento en el que Miguel Pardo (CCOO) explica a los trabajadores los términos del preacuerdo. | Daniel Espinosa

Los vigilantes de seguridad del aeropuerto de Ibiza celebraron ayer por todo lo alto la desconvocatoria de una huelga que ha durado ocho días, tras alcanzar un acuerdo satisfactorio con la subcontrata Prosegur. En el acuerdo alcanzado ayer entre el sindicato Comisiones Obreras y la empresa de seguridad tuvo mucho que ver la mediación de la directora general de Treball del Govern balear, Isabel Castro, quien consiguió que ambas partes acercaran posturas cuando todo apuntaba a que se romperían las negociaciones.

Finalmente, los cerca de 80 trabajadores fijos y fijos discontínuos de la seguridad del aeropuerto han conseguido tres acuerdos fundamentales para abandonar los paros indefinidos: igualar el salario respecto a los trabajadores eventuales, que perciben un plus de 200 euros mensuales; la creación de una comisión de jornada irregular con pluses, que regulará los turnos y las necesidades del servicio, lo que implicará un aumento de plantilla; así como un suplemento de 23 euros mensuales para abonar el aparcamiento de la terminal.

El preacuerdo lo rubricaron a las cuatro de la tarde por unanimidad una treintena de trabajadores a las puertas del aeropuerto, donde celebraron el triunfo al grito de «¡Esta huelga la hemos ganado!» y descorchando una botella de champán. Los vigilantes comenzaron a retirar por la tarde las pancartas y el puesto donde han permanecido la última semana, y hoy regresarán a sus puestos de trabajo en el interior de las instalaciones aeroportuarias de es Codolar.

La directora general Isabel Castro, que ha participado en las dos reuniones mantenidas en Ibiza entre el Comité de huelga y Prosegur, explicó que la firma del preacuerdo «es satisfactorio» para las dos partes y agradeció a los participantes «la voluntad de sentarse y estar las horas necesarias para alcanzar el acuerdo». En las reuniones mantenidas la noche del jueves y ayer por la mañana estuvieron presentes, además de Isabel Castro, los representantes de CCOO Miguel Pardo y Ana López, y por parte de la empresa el director de recursos humanos de Prosegur, la directora de recursos humanos y el jefe de operaciones de la zona de Levante.

No compareció, en cambio, ningún responsable del gestor aeroportuario, circunstancia que denunció la directora general de Treball: «Volvemos a lamentar que en esta mesa no haya estado sentado Aena y que no le podamos agradecer su implicación para encontrar una solución satisfactoria para todas las partes. Pedíamos sentarnos los cuatro implicados porque esto ocurre en las instalaciones del aeropuerto».

Castro aseguró que desde el Govern han reclamado «por activa y por pasiva que se sentaran» en la mesa de negociación, pero según la responsable del Govern, «Aena no ha querido en ningún caso». «La respuesta que daban es que ellos no median en este conflicto porque es un problema entre empresa y trabajadores. El Govern opina lo contrario. Cuando hay un conflicto todos tenemos que estar implicados. Tampoco podemos olvidar que el aeropuerto depende del Ministerio de Fomento, de Aena por tanto, y reclamamos que si esto hubiera sucedido con una autogestión del Govern, desde luego el Govern balear habría estado sentado en la mesa intentando solucionar el problema», subrayó Castro, quien recordó que el Ejecutivo balear ha solicitado a Fomento la autogestión de los aeropuertos de Balears «para introducir por ejemplo cláusulas sociales para que se garanticen los derechos de los trabajadores y que las contratas no impongan condiciones negativas que lleven a conflictos como este».

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Huelga y denuncias

La huelga afectó en momentos puntuales el acceso de los pasajeros a la zona de embarque del aeropuerto, con colas en los filtros de seguridad de hasta 25 minutos de duración. Sin embargo, no se han registrado incidencias de mayor consideración ya que los servicios mínimos decretados por Fomento alcanzaron el 90% y, según denunció CCOO ante Delegación del Gobierno e Inspección de Trabajo, la empres ahabría contratado más de 10 refuerzos y habría obligado a realizar turnos de hasta 16 horas a los vigilantes.

LA NOTA

«Estamos contentos porque ha sido muy duro»

La presidenta del Comité de Empresa, Ana López, fue recibida como una heroína entre sus compañeros tras siete días liderando la revuelta laboral. Una huelga que estaba pasando factura a los ánimos de los vigilantes, como admitió la propia López tras el acuerdo: «Estamos contentos porque estaba siendo muy duro, había mucha crispación entre los trabajadores y los que no secundaban la huelga. Nos estábamos poniendo muy nerviosos, era muy desesperante que Prosegur no nos dijera nada y la intervención de Isabel [la responsable del Govern] ha sido clave».

Ana López explicó que con el acuerdo «hemos conseguido que no haya discriminaciones ni diferencias entre trabajadores» y denunció que hasta la convocatoria de huelga «había muchos puestos descubiertos y muchas irregularidades» por parte de Prosegur.