Entrada de la residencia militar situada en es Soto, en Vila. | Daniel Espinosa

La vicepresidenta primera del Consell d'Eivissa, Viviana de Sans, lamentó ayer la respuesta negativa del Ministerio de Defensa a la petición del sindicato UGT para ceder las residencias militares de Baleares y que en ellas se alojen los funcionarios que vengan a trabajar a las Islas.

La podemita señaló que todavía esperan una contestación por parte del Ministerio de Defensa a la petición aprobada por la máxima institución insular. «Esperamos que no se demore ya que fue una moción que aprobó el pleno del Consell y, por tanto, no se puede ignorar», señaló De Sans, quien aseguró que la respuesta «todo parece indicar que será del mismo carácter que la que se ha realizado a UGT, negándose a colaborar y a ceder sus residencias militares –que permanecen vacías la mayor parte del año y que sólo se usan de manera puntual para las vacaciones de los oficiales– a los funcionarios que vienen a Ibiza y que tienen graves problemas para encontrar vivienda».

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De Sans destacó que la propuesta que el Consell realizó a Defensa «es bastante moderada, ya que no exigimos que nos ‘regalen' sus residencias sino que, dada la excepcional situación de emergencia habitacional, apelamos a su colaboración para que cedan esas viviendas, ni que sean mediante un alquiler, para poder paliar la falta de personal de la administración que sufre Ibiza».

«Nos entristece que el Ministerio de Defensa prefiera aferrarse a unos viejos privilegios y que haga oídos sordos ante una necesidad acuciante e imperiosa, y que le dé la espalda a la sociedad ibicenca. Aunque, ya que este ministerio está dirigido por la señora Cospedal, esperamos que su negativa sólo sea en diferido y con forma de simulación, y finalmente se lo repiense», sentenció la vicepresidenta insular.