—¿Es tan mala la situación de Urgencias por los médicos que dejan el servicio?
—Es preocupante. Es verdad que durante una temporada ha habido una cierta estabilidad pero si ahora entramos en el verano y disminuye la plantilla todavía más, puede aumentar la lista de espera en Urgencias. No sería aceptable que la gente esperara diez horas.
—Según el Área de Salud, la plantilla de Urgencias ha subido porque hace dos años había 21 médicos.
—Ni en Mallorca ni en Madrid tienen una idea real de lo que es Ibiza desde el punto de vista médico. Es como si eres una ingeniera y haces un puente, pero para cuando pasan los camiones de gran tonelaje les pones unos puntales. Estéticamente será un puente horrible y se te puede hundir. Tienes que tener previsto lo que pueda soportar y mantenerlo. En Ibiza, en verano se llega a una población de 850.000 habitantes por mes. Es inaudito que alguien no tenga dos dedos de frente para pensar que es inaguantable. ¿En Ibiza vas a llamar a los médicos para que vengan en verano para reforzar con la falta que hay? ¿A qué precio? No tiene sentido. En Europa, hay una media de 9,7 médicos por cada 10.000 habitantes; en España hay 7,6 y en Balears baja hasta 6,3. En Canarias hay 7,6 y en Castilla y León, 11, superior a la media europea. Habrá que analizar por qué en Balears tiene la tasa más baja de médicos y buscar algún estímulo para que no suceda. Me preguntaba por Urgencias pero en otras especialidades, como Oftalmología, hay cuatro médicos en Ibiza mientras que en Menorca cuentan con seis, y un hospital como Manacor, ocho. Algunos médicos de familia están viendo a 40 o 45 pacientes en su turno. ¿Cómo se puede hacer así una buena medicina? Estamos infradotados en las plantillas. Estamos dispuestos a colaborar pero esto es una solución que depende de la administración. Si no son capaces de darse cuenta de la realidad ibicenca, vamos mal. Tienen que tener un puente preparado para sostener el peso que haga falta. También hace falta que se haga la especialidad de Urgencias, solucionaría muchos problemas.
—¿Qué reivindicaciones plantearon en la reunión del Ibsalut la semana pasada?
—Se mostraron receptivos. Al director general, Juli Fuster, le exigimos que nos pagasen un plus de fidelización, que pagan sólo la mitad desde hace años. Es algo innegociable. Hay que pagarlo ya. También le pedimos que sacara interinidades porque tienes mucha más facilidad para fidelizar a la gente. Le hablamos también de los problemas de Urgencias y les dijimos que hay que mejorar las condiciones laborales. Hay un estrés brutal en Urgencias. Tengo experiencia de 21 años, más de diez como jefe, y es terrible hacer una guardia de 24 horas. La Gerencia actual ha reconocido la situación. Un grave problema del servicio es que tienes que cubrir las 24 horas de todo el año con fines de semana y festivos. Siempre me encontraba que me faltaba cubrir una guardia de un sábado por la tarde. Para que vengan hay que pagarles lo que les corresponde, lo hemos negociado y lo han aceptado. Felicito a la Gerencia por esta receptividad. Estamos muy contentos.
—¿Cómo es posible que los médicos abandonen el servicio sin acabar su contrato para irse a otro puesto de trabajo?
—No vamos a entrar en cuestiones éticas, pero hay que analizar por qué se quieren ir. Estés de acuerdo o no, ¿qué vas a hacer con esos médicos? ¿Vas a sancionarlos? Sería ridículo que tuvieras varios médicos excelentes sin trabajar cuatro meses cuando faltan facultativos. Si obligas a alguien a estar en un servicio a disgusto te has creado un problema. La solución pasa por negociar. ¿Qué se necesita? ¿Más tiempo para descansar? El objetivo final es que el paciente esté bien atendido.
—¿Por qué decidió usted dejar Urgencias e irse a Primaria?
—Estaba sometido a mucho estrés porque era jefe. No existía entonces ni triaje, ni organización interna; quería que funcionara como un servicio más del hospital y tuve ese apoyo. Además, no estaba exento de trabajo y hacía servicio asistencial. Me creó mucho estrés. Estaba apuntado a una bolsa y me iban llamando, siempre decía que no hasta que un día me ofrecieron un trabajo y decidí hacer un cambio laboral por el estrés que tenía.
—¿Se ha arrepentido de ese cambio?
—Sí, lo echo de menos. Es un trabajo vivo. Es la medicina auténtica. No me importaría volver. Lo que más castiga son las guardias de 24 horas, salías zombi y eso es inhumano, pero ahora la ley permite que dejes de hacerlas a partir de los 55 años. Estaría encantado y feliz.
—¿Facilita que vengan médicos de fuera con la imagen que se está proyectando de Ibiza con el tema de la vivienda?
—Es un problema muy serio y grave, pero yo aconsejo a los médicos que vengan, se le hacen un contrato de un año y estamos presionando para que saquen las interinidades. Es verdad que hay muchos problemas pero les vamos a ayudar. Las habitaciones de Can Misses son un parche pero al final acabas encontrando algo. El problema es que quieras venir en mayo, alquilar un piso que está muy bien y a un precio asequible hasta septiembre. Si salvas el escollo del verano, acabas ubicándote.
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