La Conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca ha hecho entrega este miércoles al Ayuntamiento de Sant Antoni de la certificación EMAS que logró en 2016 por la gestión medioambiental de las playas del municipio tras someterse a una auditoría de la Comunidad Europea. Es el segundo municipio de Baleares que obtiene esta certificación, según ha destacado el Govern.

El registro EMAS es una herramienta voluntaria diseñada por la Comisión Europea para la inscripción y el reconocimiento público de las organizaciones que tienen implantado un sistema de gestión ambiental que les permita evaluar y mejorar los impactos. En el caso de Sant Antoni, este registro certifica todas las playas del municipio -cala Salada, cala Saladeta, cala Gració, cala Gracioneta, Caló des Moro, S'Arenal y Es Pouet-.

El conseller de Medio Ambiente, Vicenç Vidal, ha destacado el «esfuerzo» que supone aplicar estas mejoras en la gestión medioambiental y ha dicho que Sant Antoni es «todo un ejemplo a seguir» en el aspecto de la calidad ambiental.

Por su parte, el concejal de Medio Ambiente, Pablo Valdés, ha explicado que «esta apuesta para implantar un sistema de gestión ambiental EMAS en la gestión de las playas del término municipal pone de manifiesto un compromiso inequívoco del Ayuntamiento con la gestión ambiental responsable».

En la edición de 2017 de los premios EMAS, el Ayuntamiento de Sant Antoni fue seleccionado en el ámbito nacional en la categoría de empresa/administración pública para optar a este premio que convoca la Comisión Europea, aunque el Govern ha recordado que finalmente no lo logró.

La propuesta presentada se vertebraba en cuatro ejes, como la gestión de los restos de posidonia oceánica ya que desde 2010 la posidonia no se tira al vertedero insular, sino que se almacena en una zona próxima a la playa y se retorna al lugar de origen, una vez acaba la temporada turística. De esta manera no sólo se ahorran los costes del traslado y la eliminación (120.000 euros), sino que se fortalece la barrera natural que estos restos conforman en la playa.

Otro de los ejes era el uso de anclajes ecológicos con los que se evita el impacto de los muertos de hormigón y el borneo de las cadenas al desplazarse por el fondo. Los anclajes ecológicos son un sistema de instalación fácil, de impacto escaso y costes de mantenimiento y reparación más bajos.

Asimismo, se destaca el inicio del 'Plan playas conectadas', que permite controlar el acceso de vehículos derivándolos a zonas de estacionamiento gratuito y facilitando el acceso con el transporte público marítimo y terrestre. En 2016, durante los 85 días en los cuales estuvo en funcionamiento el Plan, se vendieron más de 37.000 billetes, con una media diaria de 438 pasajeros.

El Ayuntamiento apostó, además, por la compra de mobiliario fabricado con plástico reciclado. El nuevo contrato de concesión para los servicios temporales de playas ya obliga a sustituir el mobiliario actual por elementos fabricados en plástico reciclado, según han explicado.

Desde el Govern han recordado que EMAS promueve la mejora continua del comportamiento ambiental de las organizaciones mediante la implantación de un sistema de gestión ambiental o la evaluación sistemática, periódica y objetiva de este sistema, entre otras iniciativas. Sus objetivos son asegurar un alto nivel de protección del medio ambiente, mejorar continuamente el comportamiento ambiental u obtener una ventaja competitiva de estas mejoras.