Es por ello que han presentado una treintena de alegaciones que han sido consultadas con técnicos y especialistas en movilidad y que, según informaron, han contado con el apoyo de una veintena de ciudadanos y comerciantes que también presentaron sus alegaciones. Según defendieron, el proyecto sería un 22% más económico, al reducirse el coste de 722.649,15 euros a 563.402,19 euros, y aumentaría el número de plazas de aparcamiento, pasando de 300 a 660. «Estamos de acuerdo en que en la ciudad haya el menor tráfico posible, pero para evitar que entren coches hay que hacer más aparcamiento», destacó Marí.
Cambios
Los populares consideran que es una «barbaridad» que solo haya una dirección para entrar por Ignasi Wallis, pasar por Bartomeu Roselló y salir por la avenida Santa Eulària.
En su plan alternativo proponen dejar estas dos últimas vías como estaban de doble dirección y que Ignasi Wallis se pueda entrar y salir hasta la calle Sant Cristòfol, que cambiaría de dirección «para que la gente pueda entrar y salir desde otro punto de la ciudad». El PP también cambiaría la dirección de la calle del Diputat Josep Ribas para que sea de entrada y la de Carles III para que sea de salida y permitir que se pueda unir a la calle Vicent Serra y Orvay, que también cambiaría de dirección para que se pueda conectar con la E-10. «De esta forma desde la E-10 podrías llegar hasta la otra parte de la ciudad, hasta la avenida Santa Eulària», remarcó Virginia Marí, que apuntó que desde Sant Cristòfol hasta Isidor Macabich proponen que solo sea de una dirección.
Desde el PP consideran que el proyecto del equipo de gobierno tiene «errores». Entre los principales, destacaron que «no hay suficientes giros a la izquierda» en Bartomeu Roselló para coger la avenida Santa Eulària y criticaron que las calles de dirección única «lo único que hacen es acelerar la circulación para que la gente vaya más rápido», además de favorecer el cruce por lugares indebidos, fomentar la parada en doble fila o perjudicar la fluidez de transporte público.
Los populares también lamentaron que no se contempla a corto plazo un plan de plazas de aparcamiento que facilite el flujo del transporte público, la bici y la moto frente al vehículo privado.
También remarcaron que el paso de peatones que proponen en el cruce de Bartolomé Roselló, Isidor Macabich y Ignasi Wallis, «es de 20 metros cuando la normativa dice que no pase de los 12 metros a no ser que haya una mediana».
Para finalizar, Virginia Marí, aseguró que tanto PSOE como Guanyem «gobiernan, gestionan y circulan en contra de los ciudadanos» y lamentó que no se consulte a los ciudadanos en asuntos como la reforma de Vara de Rey, el albergue o este plan de movilidad.
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