En el día grande de sus fiestas patronales, los jordiers celebraron con fe, alegría y entusiasmo una festividad en la que se conjugan con gran pasión los ritos religiosos en honor a la sagrada imagen de Sant Jordi, la cultura, el folclore y el hermanamiento entre vecinos y visitantes, a través de una singular jornada de convivencia en la que también fue consagrada la hermosa costumbre de regalar rosas y libros para los seres más queridos.
A las doce del mediodía, tras la celebración de la solemne misa del Día de Sant Jordi, una multitud de fieles se dieron cita ante las puertas de la parroquia de la localidad para disfrutar de la insigne y emotiva procesión del santo patrón por las calles de la localidad, a cuya imagen acompañaron en su recorrido otras 13 sagradas tallas de culto en la parroquia.
El padre Marcelo Gabriel Jofré, que ayer gozó con plenitud de su primera festividad de Sant Jordi como párroco y guía espiritual de la localidad, destacó que «éste es, sin duda alguna, un día muy alegre y especial para mí por el significado tan importante que tiene esta festividad para todos los vecinos de la parroquia de Sant Jordi. Me siento muy feliz porque para mí es algo nuevo y estoy encantado de poder disfrutar de una jornada tan hermosa en todos los sentidos».
Una vez finalizada la solemne procesión, una treintena de integrantes del Grup Folklòric Sant Jordi de ses Salines deleitaron a todos los presentes con una interesante exhibición de música y danza tradicional pagesa con las que mostraron sus respetos a la santa imagen del alanceador del dragón.
Elena Ribas y María y Llorenç Guasch, miembros del Grup Folklòric Sant Jordi de ses Salines, señalaron que «hoy (por ayer) es el día más grande para nuestro pueblo y nos gusta vivirlo felices, contentos y disfrutando del bonito ambiente que se merece nuestro patrón en su festividad».
Las celebraciones del Día de Sant Jordi continuaron, acto seguido, con un lucido desfile de carros antiguos a cargo de la Associació de Carreters de Sant Josep de sa Talaia que hizo las delicias de los presentes por la vistosidad de los enganches y de los caballos que les acompañaban.
La Diada de Sant Jordi continuó con un bonito hermanamiento cultural de los folclores populares de Ibiza y de la pequeña isla canaria de La Gomera. La Asociación Folclórica Tagonache fue la encargada de ofrecer a los jordiers una espléndida muestra de su armónica música y de sus danzas.
Sebastián Sánchez, director de la agrupación gomera, se mostró encantado con el ambiente de las fiestas patronales de Sant Jordi y explicó que « estar aquí está siendo para todos nosotros una experiencia muy gratificante porque es la primera vez que visitamos la isla de Ibiza». «Estamos muy agradecidos a todo el pueblo de Sant Jordi de ses Salines por invitarnos a compartir con ellos el día de su patrón, por su amabilidad, por la acogida que nos han dispensado y por la generosidad que demuestran hacia nosotros», añadió el director de la Asociación Folclórica Tagonache.
En cuanto al repertorio de su actuación, Sebastián Sánchez indicó que «se trata, básicamente, de un repertorio clásico de las danzas típicas de las islas Canarias, como son las folías, isas y las seguidillas, que acompañamos con instrumentos tradicionales de nuestra isla como las chácaras y los tambores gomeros, que, a pesar de la distancias que nos separan, se parecen bastante a las castañuelas y tambores que también se tocan aquí en Ibiza».
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