¿Por qué envejece su cerebro?
Con los años se producen cambios que alteran el funcionamiento cerebral y causan la muerte de las neuronas, agravando a su vez ese mal funcionamiento. Se pueden resumir en modificaciones anatómicas, aumento del daño oxidativo, empeoramiento de la comunicación neuronal y reducción del aporte de oxígeno.
Así pues, las modificaciones anatómicas causarán una disminución de la masa cerebral. El daño oxidativo aumenta porque las células producen más cantidad de radicales libres al obtener energía y, por otro lado, el cuerpo crea menos antioxidantes para contrarrestarlos. Empeora la comunicación neuronal por la disminución de los niveles de algunos neurotransmisores y porque se deposita sustancia amiloide en el tejido cerebral. Y, finalmente, las enfermedades de tipo cardiovascular o pulmonar también le afectan porque no recibe oxígeno suficiente.
Los depósitos de sustancia amiloide tienen cierta similitud con los de las personas con Alzheimer, sobre todo en perros. Nosotros no detectaremos estas modificaciones a nivel interno pero sí observaremos sus consecuencias, que se presentarán como alteraciones en el aprendizaje y el comportamiento también conocidas como Síndrome de Disfunción Cognitiva (o SDC).
¿Qué notaremos en nuestras mascotas?
Los signos clínicos son similares en perros y gatos. Se trata de una enfermedad progresiva así que los síntomas irán a peor. Suelen aparecer a partir de los 7 -10 años de edad y pueden manifestar desorientación, dificultad de aprendizaje, alteración del ciclo del sueño, cambios en la interacción con personas y animales, eliminación inapropiada y modificaciones en su actividad diaria.
La dificultad de aprendizaje y la pérdida de memoria son de los primeros en aparecer porque están relacionados con las primeras zonas en sufrir envejecimiento. Les cuesta enfrentarse a situaciones nuevas, según el caso incluso a las cotidianas, y memorizar la forma de resolverlas. En perros es más fácil de detectar porque los acostumbramos a obedecer a ciertas órdenes como dar la pata o sentarse y ya no responden como antes.
La alteración del ciclo del sueño también es de los primeros en aparecer. En gatos es más difícil detectarlo porque pasan gran parte del día durmiendo. En perros, notaremos que se levantan varias veces por la noche para deambular por casa o que están despiertos y llorando sin sentido.
También suelen interaccionar menos con las personas y otros animales. Se apartan y pasan más tiempo solos. Algunos se muestran irritables o algo agresivos cuando forzamos el encuentro. Como en el caso anterior, es más difícil de detectar en gatos sobre todo a los que normalmente no les gusta el contacto físico. La eliminación inapropiada hace referencia a manchar en casa, nuestro perro mayor no esperará a salir al exterior para orinar o defecar.
Las mascotas afectadas reducen su actividad diaria, tanto en cantidad como en calidad ya que hacen cosas sin sentido como pasar el rato mirando para una pared, desarrollar manías o gimotear constantemente. Podremos observar otros signos como desorientación, confusión, inquietud y respuestas exageradas.
Los gatos, aparte de lo descrito anteriormente, vocalizan más y muestran cambios en sus sesiones de acicalamiento y en el interés por la comida.
¿Cómo se diagnostica?
Los síntomas ayudan a incluir el SDC en nuestro diagnóstico diferencial, pero por otro lado son poco específicos ya que existen varias enfermedades que pueden cursar de la misma forma. Incluso es frecuente que se acompañe de otras patologías propias de la edad.Lo recomendable es realizar un chequeo general para valorar el estado del animal y determinar si todo está bien y es la única causa o si puede acompañarse de otras. Esto lo sabremos si al tratarlas nuestra mascota no termina de mejorar.
Los sistemas orgánicos que sufren envejecimiento y enmascaran o acompañan al SDC son el urinario, gastrointestinal, los órganos sensoriales, el musculoesquelético, el nervioso, el endocrino, el cardiovascular y respiratorio. Por ello el Chequeo recomendado en animales geriátricos es un examen físico completo, incluyendo examen neurológico, un electrocardiograma, una analítica de orina y de sangre con hemograma y bioquímica completa
¿En qué consiste el tratamiento?
En compaginar tratamiento médico y manejo ambiental. Si se acompaña de otras enfermedades también deberemos tratarlas, sobre todo en los casos de artritis por el dolor que causan. Lo llevaremos a cabo de por vida. No es curativo, ayuda a retrasar el envejecimiento cerebral. Como el SDC es un proceso progresivo, cuanto antes lo detectemos y tratemos, mejor será el resultado.
La finalidad del médico es mejorar el riego sanguíneo y proteger las neuronas mediante fármacos, dieta y suplementos vitamínicos en función de cada caso. La del manejo ambiental es mejorar su función cognitiva estimulándolo intelectualmente mediante ejercicio físico y juguetes. Lo ideal es hacerlo desde pequeños y lo modificaremos en función de si se trata de un perro o un gato.
Se recomienda el uso de juguetes con recompensa para que tengan que ingeniárselas para conseguir comida. Podemos sustituir los típicos comederos por las pelotas que se rellenan con bolitas de pienso, puzzles o laberintos. Disponéis de varios modelos en el mercado, tanto para perros como para gatos. Esta idea también es interesante para ayudar a bajar de peso a nuestras mascotas más gorditas.
En el caso de los perros continuaremos con sus paseos diarios y usaremos carritos cuando su movilización sea muy reducida ya que salir al exterior es una gran fuente de estímulos que les ayudará a mantenerse alerta. Si fuese posible, la natación es una buena manera de mantenerlos tonificados. Otros ejercicios que podemos hacer son lanzarles pelotas o frisbees y reforzar la obediencia básica. Todos los ejercicios los haremos a un ritmo que tolere y las sesiones de obediencia deben ser de un máximo de 5 minutos, varias veces al día, un ejemplo sencillo y que no va a llevaros mucho tiempo es que os siga por casa mientras hacéis alguna tarea del hogar.
En el caso de los gatos podemos lanzarles pelotas, ratoncitos, jugar con varillas o cañas y si le gusta jugar con luces crearemos un circuito hasta llegar a un montoncito de comida que le sirva de recompensa. Cambiar el comedero de lugar de vez en cuando y poner algún trepador en casa son una buena opción para que exploren y hagan ejercicio. Si no se estresan cuando van en un transportín, podemos sacarlos a pasear por el mismo motivo comentado anteriormente.
Cuando toleren el contacto físico y estén relajados podemos darles masajes y flexionar y extender suavemente sus articulaciones.
A algunos perros les viene muy bien convivir con un cachorro ya que les ayuda a hacer ejercicio y a estimularlos mentalmente.
Sé paciente, no dejes que se aparte y se apague poco a poco. Después de todo el cariño y los buenos momentos que nos ha regalado durante su vida, merece sentirse necesario en nuestro hogar y, sobre todo, querido.
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