Mercedes del Pozo, ayer durante su visita al Periódico de Ibiza y a la Televisió d’Eivissa i Formentera. g Foto: DANIEL ESPINOSA | Daniel Espinosa

La presidenta del comité de Unicef en Baleares, Mercedes del Pozo, vivió ayer una jornada intensísima en Ibiza con el fin de presentar la última campaña de la organización: Cierra Unicef. En apenas 24 horas se reunió con Vicent Marí, alcalde de Santa Eulària, ciudad amiga de la infancia; el presidente de Cruz Roja en Ibiza, Enrique Climent, distintas entidades y con el PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA y la Televisió d'Eivissa i Formentera para explicar cual es la situación de la infancia actualmente, tanto a nivel mundial como local.

Una situación que, aunque mejora lentamente, aún tiene que mejorar. De hecho, la novedosa y sorprendente campaña que consistió en cerrar la semana pasada durante dos días todos los canales de información de Unicef «como reflejo de lo que sería ese sueño utópico de que no existiera la organización porque ya no hubiera niños en peligro» aún está lejos de hacerse realidad. No en vano, Del Pozo explicó que todavía hay que seguir trabajando en ámbitos como la mortalidad infantil, el acceso a la sanidad y a la escuela para todos los niños del mundo, los matrimonios forzados con menores de edad o los niños soldado.

En este sentido, la presidenta de Unicef en Balears aportó una serie de cifras que ponen los pelos de punta: «Aún hay 16.000 niños menores de cinco años que mueren al día por causas que se pueden prevenir, 250 millones de menores, dos de cada cinco, están sin escolarizar y no reciben ningún tipo de educación, 150 millones sufren desnutrición crónica, 15 millones se encuentran en riesgo de exclusión social por nacer donde han nacido, 400 millones de menores de 13 años viven en extrema pobreza o 720 millones de mujeres contrajeron matrimonio antes de cumplir los 18 años».

«Datos preocupantes en Baleares»

Estas cifras son difícilmente extrapolables a España, y más concretamente a Baleares y a Ibiza y Formentera, por más que en nuestro país haya un alarmante 23% de niños que aseguran haberse sentido discriminados durante su infancia por cuestión de género, etnia, religión o discapacidad. Además, y a la espera de la presentación el próximo 5 de abril en Palma de su tercer informe de estudio sobre la pobreza infantil en la comunidad, Mercedes del Pozo aseguró que hay un 34% de niños en esta situación, un dato más alto que la media española, y que el índice de abandono escolar «es sumamente preocupante con respecto a otras comunidades».
Unos problemas que la responsable de Unicef en Balears achacó fundamentalmente «a la situación del empleo en nuestra comunidad, al alto nivel de estacionalidad con personas trabajando ocho o nueve meses al año y al fácil acceso al trabajo para los jóvenes sin tener que pasar por una universidad o por un centro de formación profesional». Igualmente, y concretamente hablando de Ibiza, Del Pozo, alertó del «grave problema que está suponiendo el acceso a la vivienda para los niños que viven con sus padres y que se ven obligados a compartir una habitación o una cama a precios tan altos que provocan que luego no tengan dinero para poder hacer la compra».
Por todo ello, uno de los objetivos fundamentales de la visita de ayer y de los viajes que realiza regularmente Mercedes del Pozo a Ibiza «es el de concienciar a los políticos y establecer una relación fluida con los consells autonómicos y los ayuntamientos para que los niños sigan estando dentro de los presupuestos anuales». Algo que, según explicó, se toman «bastante en serio en las Pitiusas» porque tanto las autoridades como las empresas y la sociedad civil «está muy concienciadas».

Carmen Fano dice adiós tras 24 años como presidenta en Ibiza

Mercedes del Pozo también informó que se cierra la sede física que tenía Unicef en el edificio de Cruz Roja en Ibiza y el adiós de Carmen Fano como presidenta pitiusa tras 24 años. Del Pozo agradeció “el compromiso de una de las personas más importantes a nivel nacional de Unicef” y aseguró que el cierre se debe a una reestructuración a nivel internacional y que, aunque no haya oficina, “se seguirá controlando todo desde Mallorca con un delegado en nuestra isla”.