Anais sostiene en brazos a su hijo, Abraham, junto a su abuela. | Toni Escobar

Anais Morilla y su hijo Abraham, de tres años, abandonarán este domingo el piso en el que ella y el padre de su vástago han vivido durante los últimos dos años y por el que pagaban 750 euros mensuales. El contrato de alquiler finalizó en agosto del año pasado pero su casero les ha permitido seguir en esta vivienda del centro de Vila «hasta que encontráramos otro piso; se ha portado muy bien con nosotros». Sin embargo, medio año después Anais ha sido incapaz de hallar un piso acorde a sus ingresos. «El dueño nos ha dicho que nos tenemos que ir y nos marcharemos a vivir con mi abuela», explica Anais, que le llegaron a ofrecer, sin éxito, hasta mil euros al mes al propietario del piso para viviendo en él, «pero nos ha dicho que lo quiere reformar para su hijo».

Esta joven ibicenca asegura estar «cansada» de mandar mensajes en las redes sociales a gente que ofrece pisos y habitaciones para alquilar. Sin embargo, Anais destaca que el hecho de tener un niño le ha cerrado muchas puertas a la hora de alquilar habitaciones.

Por suerte, Anais ha encontrado la ayuda de su abuela, quien cobijará a su nieta, su tataranieto y al padre de la criatura en una de las habitaciones de su vivienda. «Mi abuela está padeciendo por mi situación e incluso se peleó con mi tío. Tuvo taquicardias y la llevamos a Urgencias», explica Anais.

Esta chica, de 29 años, tiene trabajo durante los meses de verano, mientras que el resto del año cobra la prestación por desempleo. Por su parte, el padre de su hijo tiene un empleo durante todo el año «pero no podemos permitirnos pagar 1.600 euros al mes por un piso con dos habitaciones, que es lo que nos piden».
Anais apunta que en zonas como Cala de Bou sí que existen viviendas acordes con su presupuesto pero que no dispone de vehículo para desplazarse a Vila, donde tiene su empleo. «Tendría que bajar en el Discobús», señala la joven ibicenca.

LA NOTA

«Los italianos se aprovechan de la gente de Ibiza»

Anais considera que el problema de los elevados precios de las viviendas de alquiler en la isla de Ibiza los provoca «gente de fuera que realquila en verano y viven gratis». En este sentido asegura que la mayoría son italianos, «que se están aprovechando de la gente de Ibiza».