Según criticaron, «no se han cumplido los plazos y el acceso se ha abierto en malas condiciones y con numerosos defectos, poniendo en peligro a los ciudadanos».
«Se hizo la capa de rodadura con prisas y ahora se está hundiendo», señaló la consellera popular Pepa Costa, quien recordó que se han necesitado siete meses para un proyecto que debía durar 45 días.
Las críticas de la oposición coincidieron con la publicación, por parte de este periódico, de la voluntad de la conselleria de que los numerosos defectos que presenta el tramo abierto se reparen después de las fiestas navideñas.
Medidas de seguridad
Según explicó Costa desde uno de los establecimientos afectados por las obras, «es la primera vez que se abre una vía con unas condiciones tan malas y se han pedido responsabilidades a la consellera de Mobilitat, Pepa Marí, además de medidas inmediatas que garanticen la seguridad». En este sentido, desde el PP exigieron al Ejecutivo insular que «reconozca que la obra no está acabada» y «señalice» el tramo como una carretera en obras «para que la gente que circula por ella lo sepa».
«Algún día tendremos la desgracia de algún motorista por culpa de un socavón. Los días que llueve cada vez se hunde más la carretera. Es muy peligrosa», subrayó Costa.
El PP considera que no se ha hecho un «correcto seguimiento» de la obra. Según apuntó Costa, los defectos se deben «a las prisas y las ganas de vender que la carretera estaba acabada».
La consellera reiteró que «el gobierno no es para hacer experimentos, sino que al gobierno hay que venir aprendido y más si se trata de dinero público».
La consellera del PP mostró su preocupación por el proyecto de la futura carretera de Santa Eulària, de la que «aún no se sabe nada», y puso en duda que el Consell sepa ejecutar dicho proyecto «ya que han sido incapaces de gestionar una obra de 800 metros que ha costado 1,5 millones de euros».
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