«No se permite el consumo de bebidas alcohólicas en los espacios públicos cuando lo realicen fuera de los espacios autorizados entre las 00.00 horas y las 08.00 horas o, en general, cuando puedan causar molestias a las personas que utilicen los espacios públicos». Este es textualmente el contenido del punto 4 del artículo 42 de la Ordenanza Municipal de Convivencia que el Ayuntamiento de Sant Antoni quiere modificar y con la que se han mostrado de acuerdo muchos de los residentes en la localidad, que están «hartos» de la imagen de Sant Antoni.
Mala imagen
Tanto los comerciantes como los residentes están de acuerdo en que se controle «de alguna manera» el ambiente que se vive en Sant Antoni todas las temporadas por la proliferación de personas en las calles bajo los efectos del alcohol, «que no respetan a las personas que vivimos aquí». Así lo ponen de manifiesto dos mamás jóvenes que paseaban ayer a sus bebés por el Passeig de ses Fonts y que aseguraron que no están en contra de que la gente beba, «pero que lo hagan dentro de los locales». De la misma opinión es Lina, que tiene una tienda en la esquina entre ese paseo y la calle principal del West End, que ve «año tras año» como los turistas pasean «bebiendo y borrachos dando muy mala imagen». Declaraciones que suscriben todos los comerciantes de la zona.
La modificación de la ordenanza establece que los establecimientos no podrán vender bebidas para su consumo en la calle, excepto en las terrazas autorizadas. En este sentido, los empresarios del West End se quejan de que «pagan sus impuestos» por las terrazas, «lo que no puede ser es que la gente compre sus bebidas en las bodegas y se vengan a beber aquí», explicaron.
‘Take away'
El caso es que la modificación prevista en la ordenanza prohibirá también el «consumo de bebidas por parte de personas cuando por la morfología o la naturaleza del lugar público, pueda deteriorar la tranquilidad del entorno o provocar situaciones de insalubridad». En este sentido se prevé que los take away, que venden comida y bebida para llevar, se tendrán que encargar de la limpieza del perímetro de su establecimiento.
4 comentarios
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jajajaja esto es una ironia o una utopia?
Ya le contará ese gobierno al pueblo como va a cobrar a los extranjeros las denuncias al final pagaran los de siempre y el problema seguirá o quien va a denunciar si la policía local no llega casi a atender lo verdaderamente importante por la falta de medios en cuanto a personal. Lo que deben hacer es lo que daña el bolsillo de muchos de estos políticos y es castigar todos los locales problemáticos para que dejen de hacer los disparates que hacen y dejen de atraer el tipo de turismo que atraen.
Una medida más voluntariosa que efectiva. No se podrá controlar, ni de coña.
La idea es buena, aunque va a ser muy difícil ponerla en marcha, sobre todo los meses fuertes del verano. El problema no son los comerciantes ni los residentes, el verdadero problema son unos locales de ocio nocturno encuadrados y localizados en dos o tres zonas concretas del pueblo. Si cerramos estos negocios de ocio -todos sabemos cuales son- se abra acabado el problema. El pueblo tiene a algún que otro empresario que acumula cientos y cientos de multas por ruido, altercados, cierre a deshora y exceso de capacidad en sus negocios, y encima siguen abiertos año tras año.